Paolo Stagni, Gonzalo Martínez e Ignacio Rotela son tres jóvenes egresados de la Universidad Católica que decidieron unir sus talentos para fundar una pequeña empresa que se dedicara al procesamiento de una fruta muy común en Paraguay, pero a la vez muy subvalorada y desperdiciada: el mango. Al ver tantas frutas tiradas como basura, estos jóvenes emprendedores decidieron que ya era hora de otorgarles el valor que se merece y comenzar a procesarlas para convertirlas en deliciosas mermeladas. De la unión de fuerzas e ideas surgió la incipiente empresa ReMango, que comenzó con el pie derecho al obtener el Premio Hult Prize dirigido a jóvenes emprendedores, y embolsarse USD 150.000 para capital semilla, dinero que será destinado al desarrollo del prometedor emprendimiento. Paolo Stagni, director ejecutivo, habla sobre los planes que tienen para el desarrollo del novel emprendimiento.
–¿Qué planean hacer con los USD 150.000 del premio? ¿En qué planes de la empresa piensan invertir?
–Ahora estamos en una etapa de planificación estratégica, ya que debemos prepararnos de la mejor manera posible para nuestro futuro a corto y mediano plazo. Es prioridad dedicarle todo el tiempo necesario a este momento para pensar y así tomar las decisiones de una manera responsable. El capital semilla se invertirá en distintas áreas claves del modelo de negocios de ReMango. En primer lugar, en la parte logística y en tecnología para ir optimizando nuestros procesos. Es fácil decir que hay mangos por todos lados y una gran abundancia, pero es difícil recuperarlos a escalas industriales, ya que no están en un punto central, sino dispersos por todo el territorio nacional. Para esa finalidad, planeamos articular una red de recolectores y masificarla, de manera tal que lleguemos realmente a recolectar la mayor cantidad de frutas. Además, es importante contar con la línea industrial necesaria para el procesamiento de la cantidad de mango que podamos recolectar.
–¿Precisan de una alta capacidad tecnológica para el procesamiento de las frutas?
–El procesamiento involucra distintas maquinarias para lograr el resultado que necesitamos. Buscamos agilizar y escalar los procesos que ya estamos realizando. Y, a medida que avanzamos en ese proceso, analizar distintas otras tecnologías que podrían ser incluidas en el modelo. Finalmente, y no menos importante, les daremos mucha importancia a la investigación de mercado y al desarrollo de nuevos productos. Sabemos que el mango es una fruta altamente nutritiva con un sinfín de beneficios para la salud, queremos desarrollar nuevas opciones para el mercado, fuera de los productos convencionales que conocemos, con una fuerte mirada a la exportación.
–¿ReMango ya se encuentra funcionando como empresa? ¿Cuántas personas trabajan para ustedes? ¿Desde cuándo funciona?
–ReMango ya está constituida y funcionando como empresa. Durante la temporada de mango pasada (noviembre a febrero), ejecutamos por primera vez el proyecto con sus pilares principales: el modelo de negocio, la recolección, el procesamiento y la comercialización. Nos estuvieron acompañando durante ese proceso cuatro recolectores y una encargada de logística, aparte de nosotros tres, los fundadores. Pero ya desde 2020 venimos llevando adelante distintas pruebas piloto aisladas de cada uno de los pilares del modelo de negocio.
–¿Cuántas toneladas de mango recolectan y qué tipo de productos elaboran?
–La temporada pasada de mango, que como mencioné anteriormente fue la primera temporada que pudimos ejecutar el proyecto de lleno, recolectamos 870 kg de mango en todo el Departamento Central. Para esta temporada entrante, donde ya contaremos con más recursos como el capital semilla, queremos impulsar una recolección a mayor escala y, por sobre todo, ya contaremos con experiencia, para poder aprovechar un mayor porcentaje de las 60.000 toneladas de mangos que se desperdician anualmente en todo el país. Actualmente, los productos ya lanzados al mercado fueron el jugo social que es un auténtico jugo natural de mango prémium y la pulpa social, que vendemos directamente a empresas que deseen producir productos a base de mango. Para la temporada entrante, estaremos lanzando nuevos productos.
–¿Cómo harán para ganarse a los consumidores paraguayos, a sabiendas de que cuesta convencerlos de comprar una mermelada de mango?
–Es verdad que es difícil convencer a un consumidor local de consumir productos a base del mango, pero esto mayoritariamente se debe a que asocia al mango pudriéndose o por su fibra y no por el sabor en sí. Tuvimos varios casos de personas a las cuales “no les gustaba el mango”, que terminaron consumiendo nuestros productos. El mango criollo es muy dulce y en nuestro proceso se extrae toda la fibra, creando un producto muy atractivo. Pero sí, es necesaria una gran campaña de márketing para incentivar a probar este tipo de productos derivados.
–¿Piensan exportar? ¿Qué contactos están realizando para ganar mercados extranjeros?
–Sí, tenemos en la mira la exportación de nuestros productos y estamos convencidos de que ese será el punto fuerte de nuestro negocio. Ahora estamos aprendiendo del negocio y ganando experiencia, pero a mediano plazo, estamos seguros de que podremos abrirnos camino en mercados internacionales y exportar. Sin duda, ser uno de los ganadores del Hult Prize nos da cierto prestigio y reconocimiento a nivel mundial.
–¿Cómo hacen cuando no es tiempo de mango, en dónde conservan las frutas para tenerlas disponibles todo el año?
–Hay varias otras frutas que se desperdician en el Paraguay, como el apepú, el aguacate, el limón, pomelo, por nombrar algunas. ReMango busca reducir el desperdicio de alimento y eso no solamente involucra al mango. Tenemos como proyecto poder ir trabajando con otras frutas, pero sería a mediano plazo. Buscamos perfeccionar primero nuestro proceso con el mango para luego expandirnos con otras frutas, e incluso en otros países, siempre con bandera paraguaya. Durante la temporada, la parte operativa del negocio consiste en hacer acopio y procesar la mayor cantidad posible de mango, esa pulpa procesada puede conservarse congelada hasta 10 meses.
–¿Cómo decidieron presentarse al premio?
–El Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Contables, Administrativas y Económicas de la Universidad Católica trajo el Hult Prize en el año 2020, a través del director del programa, Luciano Sánchez. El Hult Prize es considerado el Premio Nobel del Estudiante Universitario. Consideramos que todos los estudiantes universitarios debemos y nos merecemos tener una experiencia como esta. Cuando se hizo la presentación del programa en la universidad, nos hablaban de cambiar al mundo a través del emprendedurismo social, que podíamos pasar un mes viviendo en el castillo donde se grabó Harry Potter en Londres, que podíamos ganar un millón de dólares, todo eso era algo muy atractivo, llamaba la atención. Pero la decisión de participar estaba tomada, más para ganar experiencia y ver qué salía, que para crear una empresa. Entonces armamos un equipo con personas excepcionales que y acá viene una de las primeras grandes cosas que aprendimos, la intuición. Nos elegimos como equipo siendo personas más desconocidas que conocidas, solamente guiadas por la intuición, pero por lo poco que yo conocía a Gonza y a Nacho, algo me decía que serían las personas correctas. Efectivamente no nos equivocamos, y aprendimos sobre la importancia de rodearse de las personas correctas.
El mango es una fruta nutritiva, con un sinfín de beneficios para la salud, queremos desarrollar nuevas opciones para el mercado.
El mango criollo es muy dulce y en nuestro proceso se extrae toda la fibra, creando un producto muy atractivo. Hace falta promoción.