Hace 19 años, Liz Patricia Benítez (31) depende de las sesiones de hemodiálisis para vivir porque sufre de insuficiencia renal crónica.
Ella accede tres veces a la semana al servicio en el Hospital de Clínicas. Cada sesión tiene una duración de cuatro horas todos los lunes, miércoles y viernes. Pero hace semanas atraviesan por una escasez de insumos, entre ellos la tubuladura. A veces, no cuentan con dinero y se quedan sin un día de hemodiálisis. Otras veces hay donaciones, pero el abastecimiento es solo por algunos días o semanas. Una tubuladora tiene un costo promedio entre G. 65.000 y G. 90.000. El insumo se usa en la máquina en cada sesión de hemodiálisis. El mes pasado, el faltante representaba un gasto semanal entre G. 195.000 y G. 270.000, para los 40 pacientes renales que dependen del servicio en el Hospital de Clínicas. La paciente renal evitó la sesión del pasado miércoles para garantizar su sesión del viernes. “Yo no tengo para comprar los materiales y estamos muchas personas las que no disponemos de los recursos para cubrir el tratamiento”, señaló. A la enfermedad, se suma la situación de desempleo, por lo que Liz no dispone de recursos para adquirir los insumos. Ella costea la compra de los insumos mediante la venta de rifa. La paciente vive en San Lorenzo y actualmente su marido sufrió un accidente, está con yeso, y desempleado. “Con rifas estoy sobreviviendo en estos días. Tengo un catéter que va a la vena de mi corazón. Es difícil para nosotros, sin trabajo y tengo que hacer mi tratamiento”. Una tubuladora se usa en cada sesión de hemodiálisis, tres veces a la semana. El insumo es primordial para cada día de la terapia. DONACIONES
Al igual que Liz, otros 40 pacientes renales viven en vilo ante la escasez frecuente de los materiales. Tras el reclamo, la provisión se regularizó por 10 días desde la Dirección del Hospital de Clínicas, señaló. Para este Año Nuevo, recibieron donaciones de 100 tubuladoras para dos semanas por parte de la Fundación Renal del Paraguay (Frepa). Los pacientes renales hacen un llamado a las autoridades tanto del Hospital de Clínicas como del Ministerio de Salud Pública (MSP) para que se garantice la provisión de los insumos todos los meses. Vivir de donaciones por semanas preocupa a los enfermos porque siempre están en vilo por el desabastecimiento. “El Ministerio de Salud nos provee los materiales para la hemodiálisis, tubuladuras, filtros, ácido, heparina. Necesitamos que nos provean también los medicamentos para la presión alta y otros”. Los pacientes deben comprar estos fármacos. “Son muchas las necesidades, nos tienen olvidados a los pacientes renales. Nosotros necesitamos mucha ayuda, dependemos de una máquina. La máquina de diálisis es nuestra vida. Si no nos dializamos, nos podemos morir”. Liz está en lista de trasplante, pero no está en buenas condiciones de salud. Las personas solidarias se pueden comunicar con Liz Benítez, al (0983) 123-720. El doctor Jorge Giubi, director de Clínicas, no respondió a los mensajes para dar su versión sobre el tema.
VIRUS PERSISTENTE
IMPACTO. El mes pasado gastaron G. 270.000 semanal para comprar ítems.
RECLAMO. 40 renales están en vilo cada semana por el faltante de tubuladuras.
40
pacientes renales están a la deriva, debido a la escasez de los insumos para el servicio de hemodiálisis.
195.000
guaraníes es el monto estimativo que gasta cada paciente por semana para la compra de las tubuladuras.