En un esfuerzo por avanzar en la legitimación de las tierras, los pobladores de Puerto Casado, Alto Paraguay, llevaron a cabo una asamblea en la que renovaron la comisión de tierras. El evento, realizado en el tinglado de la escuela Bernardino Caballero, contó con la presencia de funcionarios del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indet), quienes legitimaron el proceso, además del gobernador Arturo Méndez y autoridades locales.
La asamblea ratificó a Raúl Lagraña como presidente de la comisión. En sus declaraciones, Lagraña señaló que el próximo paso será buscar acuerdos con el Gobierno y los propietarios de las tierras para concretar la unificación de las parcelas. Esto se enmarca en la Ley 3294/07, que establece la donación de 30.000 hectáreas por parte de la Asociación Espíritu Santo y Atenil SA. Sin embargo, los pobladores han rechazado la división inicial de las parcelas por su distancia entre sí, proponiendo un rediseño que favorezca a toda la comunidad.
“Desde 2007 estamos luchando para lograr una solución justa. No aceptamos la donación en las condiciones planteadas originalmente, ya que perjudica a los beneficiarios. Hemos trabajado en un diseño que unifique las tierras y ahora contamos con una apertura para negociar con los dueños, lo que es un gran avance”, expresó Lagraña.
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El gobernador de Alto Paraguay, Arturo Méndez, manifestó su respaldo a la causa y destacó la importancia de entablar un diálogo con los propietarios para alcanzar una solución definitiva. “En el pasado no se lograron reuniones con la otra parte, pero ahora existe voluntad de escuchar propuestas y avanzar en los acuerdos necesarios”, indicó Méndez.
La reunión también contó con la participación de concejales municipales y departamentales, además de un representante del Tribunal Superior de Justicia Electoral, quien supervisó el proceso de votación. La nueva mesa directiva quedó conformada para continuar con las gestiones orientadas a resolver un conflicto que afecta a la población de Puerto Casado desde hace 24 años, cuando la secta Moon adquirió estas tierras en el Chaco.
Con la renovación de la comisión, los pobladores esperan que el Indert emita la resolución que oficialice su conformación, marcando un paso clave hacia la titulación de las parcelas y la estabilidad territorial de la comunidad.