“Petrobras informa que el señor José Mauro Coelho pidió la dimisión del cargo la mañana de hoy (20 de junio)”, dijo la compañía en un comunicado.
La petrolera informó posteriormente que el consejo de administración nombró al director ejecutivo de explotación y producción, Fernando Borges, como presidente interino.
Coelho ya había sido despedido hace un mes, pero aguardaba para ser removido formalmente del puesto en la próxima asamblea de accionistas de la empresa —donde el Estado brasileño ostenta mayoría—, prevista para julio.
Borges debe permanecer en el cargo hasta el nombramiento de Caio Paes de Andrade, indicado por el Gobierno para el puesto.
André César, analista de la consultora Hold, dijo a la AFP que la salida precipitada de Coelho respondió a un desgaste del funcionario provocado por una “pretensión cada vez mayor” de Bolsonaro “de controlar precios y operar la empresa de manera populista”.
“La gran pregunta ahora es si Paes de Andrade (futuro presidente de la empresa) va a conseguir un equilibrio entre la presión de Bolsonaro, que quiere sacar rédito electoral de Petrobras conteniendo los reajustes de precios, y los accionistas de la compañía, que harán valer las reglas de mercado”, agregó César.
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La mayor empresa de América Latina incrementó desde el sábado 5,18% el precio de la gasolina en sus refinerías y 14,26% el precio del diésel, suba que desató nuevas críticas del mandatario, quien aseguró que Petrobras puede hundir a Brasil en el “caos”.
Bolsonaro pidió además al Congreso establecer una comisión parlamentaria para investigar a los dirigentes de la compañía, a quienes acusa de tratar de lucrarse con estas subidas.
La negociación de las acciones de la compañía estuvo “temporalmente suspendida” en la Bolsa de São Paulo tras la divulgación de la renuncia de Coelho, confirmó a AFP una fuente de la Bolsa.
Los papeles de Petrobras operaron este lunes con fuerte volatilidad. Llegaron a caer más de 2% ante la renuncia y temores de posibles medidas del Congreso para alterar la política de impuestos que rige a la compañía. Finalmente cerraron en alza de 1,14%.
El presidente saliente de Petrobras ha sido el tercero en dirigir la petrolera bajo el gobierno de Bolsonaro, quien asumió en enero del 2019. Coelho se mantuvo poco más de dos meses en el puesto.
Presión del Gobierno
El mandatario brasileño ha presionado a la petrolera para que contenga los aumentos de precios y evite una mayor escalada en la inflación, que lastima su popularidad de cara a las elecciones de octubre en las que buscará renovar su mandato.
La política de precios de la compañía sigue la cotización internacional del crudo, una estrategia intensamente cuestionada por el Gobierno.
El aumento del sábado se aplicó tres meses después del último en el caso de la gasolina y 40 días después para el diésel, que es el combustible utilizado principalmente por los camioneros, una de las bases de apoyo de Bolsonaro.
Petrobras reportó una ganancia neta de 44.561 millones de reales (8.605 millones de dólares) entre enero y marzo de este año, unas 38 veces lo obtenido en igual periodo de 2021.
El presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, aliado de Bolsonaro, propuso subir los impuestos a los beneficios de la compañía, que calificó de “absurdos”.
“No hay nada que celebrar (...), es hora de humildad por parte de todos. La ganancia no está encima del pueblo brasileño”, escribió Lira en una serie de tuits luego de la renuncia de Coelho.
El Congreso brasileño tramita, en tanto, una propuesta de Bolsonaro anunciada el 7 de junio para bajar los impuestos a los combustibles e intentar así disminuir los precios, que han avanzado fuertemente impactados por la guerra en Ucrania.
La inflación se mantiene alta en Brasil. Los precios minoristas en la mayor economía latinoamericana treparon 11,73% en 12 meses hasta mayo, según datos oficiales.