La crisis en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú persiste. Aunque los ingresos y salidas se dan con aparente normalidad en este momento, la mayoría de los guardias penitenciarios se niegan a ingresar al penal para cumplir sus funciones, debido a que afirman que temen por su seguridad y exigen al Gobierno garantías para seguir trabajando.
Además, según se pudo ver en las imágenes de Telefuturo, los reclusos aún mantienen el control de la cárcel y algunos siguen “vigilando” desde los techos de la penitenciaría.
José Espínola, uno de los custodios que permanecen en vigilia fuera de Tacumbú, explicó este sábado que la población penitenciaria está “tranquila” en estos momentos, pero que los guardias ya se encuentran “sobrepasados” en su capacidad, ya que para los más de 2.500 internos solo son 35 guardias por turno y, tras la toma y motines que se desataron en el lugar, temen por su seguridad.
''Estamos todavía aquí por la falta de garantías, los compañeros decidieron no entrar. Estamos tranquilos, la población está tranquila y vemos que entran visitas, pero exigimos garantías para nuestra seguridad al ministro, estamos sobrepasados, ya no estamos con capacidad para estar adentro porque somos minoría. Un grupito nomás entró hoy a hacer guardia, pero la mayoría estamos afuera”, afirmó.
''36 compañeros están en un grupo y algunos varía, sería el turno. El primer día del problema creo que entraron 11, ayer entraron 14 personas y hoy entraron 8. Con esto se cubre la parte frontal, que es el portón 2, portón 5 y la distribución ahí dentro no sé, pero con 8… pic.twitter.com/jFFN1uuaT4
— Telefuturo (@Telefuturo) October 14, 2023
Detalló que son entre 36 y 37 guardiacárceles que deben entrar por turno y que el día de la toma y quema de colchones, solo decidieron ingresar 11 custodios, mientras que este último viernes ingresaron 14 y hoy solo ocho.
Ante toda esta situación, sostuvo que, además de exigir medidas para trabajar con seguridad, también reclaman que sean contratados más guardias y que se les otorgue un mejor salario.
“Con estos ocho es poco y nada, no sé la distribución exacta. Queremos más funcionarios, los 35 para 2.500 internos son pocos. El funcionariado necesita un mejor pago, los contratados están ganando G. 2.500.000 y los nombrados G. 3 millones, por trabajar prácticamente las 24 horas”, reclamó.
Lamentó que se sienten abandonados por las autoridades penitenciarias y del Ministerio de Justicia e indicó que ya presentaron dos notas, una al Ministerio de Trabajo y otra a Justicia, exigiendo garantías para seguir trabajando, mientras que esperan que el ministro Ángel Barchini se acerque a ellos para poder conversar.
“El director vino una vez junto a nosotros y después ya no. No sé si tiene miedo o no, pero sé que recibe órdenes de arriba. El Estado debe encontrar una alternativa porque estamos en un lugar crítico y la infraestructura es muy vieja. (...) Hay muchas versiones, yo no puedo decir que el compañero tiene un nexo con el grupo (clan Rotela), no puedo señalar, pero hay temor, sobrepasan nuestra autoridad”, acotó.
Alegó que, pese a la situación, los guardias penitenciarios siguen teniendo “controlados” a los internos y que estos “los respetan”. “Vamos a decir que la participación de los guardias que están ahí es como si fuera que hay un control, ellos les respetan a los guardias que están adentro y ellos mismos les controlan a los internos”, afirmó.
Si bien mencionó que algunos uniformes siguen desaparecidos, después de que varios reos hayan violado las casillas de los custodios para robarles, señaló que algunos de sus compañeros volvieron a recuperar sus prendas e incluso algunos reclusos se acercaron para devolverlas.
Rotela controla Tacumbú por “donaciones”
Al ser consultado sobre cómo Armando Javier Rotela, líder del clan Rotela, consiguió un control de Tacumbú, José Espínola afirmó que el recluso generalmente realiza “donaciones” tanto a la población penitenciaria como a los propios guardiacárceles, ante la desidia del Estado.
“Son así cosas que faltan, pero en general aquí falta todo, faltan uniformes, faltan guardias, aquí la necesidad es mucha. Hay donaciones que ellos dan. En este momento, Rotela donó colchones para los guardias, es lo que yo sé, devolvieron las armas”, declaró.
Detalló que el líder del grupo criminal se encuentra recluido en un pabellón donde hay varios internos y descartó que se trate de una zona vip. Afirmó que en el sector se pueden realizar visitas normales, pero aseguró que siempre se cuenta con un guardia que controla las entradas y salidas, así como es quien tiene el control de las llaves.
Calificó a Armando Rotela como “un muchacho común como cualquiera” y “muy razonable”. Dijo que, aunque sea una persona “de poco hablar”, generalmente se puede conversar “muy bien” con él. Responsabilizó al Gobierno por la crisis que se desató en el sitio, ya que afirmó que todo se hubiera evitado si el ministro Barchini se apersonaba cuando ellos pedían dialogar.
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“Yo tengo muy poco contacto con él, pero se puede hablar muy bien con él. Aquí el problema que hubo es que el ministro debía venir a hablar nomás y que entre la prensa, y no se permitió al director, y ahí explotó todo”, cuestionó.
A través de imágenes aéreas se observa que varias personas privadas de libertad se encuentran en el techo de los pabellones de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú. Los reclusos caminan tranquilamente observando todo desde las alturas y a algunos se los vio incluso vestidos con uniformes de los guardiacárceles.
Ante esto, este último viernes, el Ministerio de Justicia emitió un comunicado en el cual informó que la situación en el penal “está en calma y bajo control”. Sostuvo que el centro penitenciario está resguardado por funcionarios penitenciarios y que también existe una guardia perimetral, a cargo de agentes de la Policía Nacional y de los efectivos habituales de la Fuerza Pública.
Toda la nueva problemática en la penitenciaría se desató después de que Tacumbú fuera tomada por el clan Rotela, en repudio a las declaraciones del ministro Ángel Barchini, quien dijo que el policía Oliver Daniel Lezcano, procesado por el asesinato del militar Líder Javier Ríos, fue asesinado en el penal por el mencionado grupo, aunque luego se confirmó que se fugó y que se encuentra vivo.