El alimento es proveído por la empresa Girasol SA, por un precio total de G. 3.432.630.600, adjudicado por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), siempre para Asunción.
A cada estudiante le toca un paquete por día, que se sirve con un vaso de leche.
Se reparte de esta manera en todas las escuelas de la capital, por lo que padres y educadores repudiaron el hecho calificándolo de vergonzoso.
Los alumnos de la escuela pública incluso indicaron que deseaban más chipitas y consideraron que la provisión es muy escasa.
“Vamos a evaluar la alimentación escolar con los padres, para mí particularmente también me parece poco, como reclamaron las mamás de la institución”, apuntó el director de la escuela Leandro Prieto, Israel Pedrozo.
“Siento una vergüenza, 30 gramos no es ni el peso de una banana y eso se les da a los chicos”, agregó.
En las especificaciones técnicas del Pliego de Bases y Condiciones (PBC), se establece que “el producto se presentará en forma de argollas características, en envase individual primario de 30 gramos, con una tolerancia de ± 5 gramos”.
La misma empresa ya recibió denuncias anteriores como en Misiones, donde repartieron aceites para el almuerzo escolar en bolsitas. Esta firma tiene otra adjudicación por G. 3.113.488.728 para la provisión de palitos.
SIN RESPUESTAS. ÚH intentó comunicarse con la directora general de Bienestar Estudiantil, Killy Moleda, pero no respondió las llamadas y mensajes a su teléfono celular. La firma encargada de distribuir la merienda tampoco respondió.
Para la licenciada Eliana Morales, PhD en Biomedicina, “es mejor otra fuente de carbohidratos en lugar de la chipita como pan salvado o sándwich de queso”.
La recomendación se da porque el pan salvado, por ejemplo, tiene fibra, a diferencia de la chipita, que es deficiente en esto, remarca la especialista.