02 abr. 2025

Réquiem para un héroe obrero

Andrés Colmán Gutiérrez – @andrescolman

Diciembre de 1989. A pocos meses de la caída de la dictadura stronista, una primera gran histórica huelga de obreros del lado paraguayo de la Entidad Binacional Itaipú, en Hernandarias, puso en aprietos al gobierno del entonces presidente general Andrés Rodriguez, que intentaba demostrar que hasta podía llegar a ser un mandatario democrático.

Era impresionante ver a miles de trabajadores cerrando el acceso principal a la represa. Exigían que se les reconozcan los mismos beneficios que tenían los trabajadores del lado brasileño. El principal líder era un joven hasta entonces desconocido, Efigenio Lisboa, primer secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción Civil e Hidroeléctricas del Alto Paraná (Sticcap). Apasionado en sus discursos, valiente en sus desafíos, inflexible en sus demandas, andaba siempre arropado con una bandera paraguaya.

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Aunque los huelguistas aseguraban que el funcionamiento básico de la hidroeléctrica no sería afectado, el Gobierno consideró que estaba en peligro un patrimonio vital para los dos países, así que Rodríguez envió a tropas militares a reprimir a los huelguistas. Uno de los francotiradores disparó y mató a uno de los obreros que estaba envuelto con una bandera. Todos aseguraban que el objetivo era Lisboa, pero se equivocaron de blanco.

El asesinato enardeció los ánimos. El general Rodríguez tuvo que acceder a negociar. Envió a uno de los “Carlos” del golpe de febrero, el general Humberto Garcete, -el mismo del famoso caso del “dulce de mamón con palito” y de los escándalos de autotráfico- a negociar con los dirigentes sindicales. Consiguieron varias reivindicaciones y el episodio fue considerado una primera gran victoria del movimiento de los trabajadores.

Con el paso de los años, Efigenio Lisboa se hizo abogado y se dedicó principalmente a defender a familias humildes con conflictos de tierra. En mis años de residencia y trabajo periodístico en Ciudad del Este lo encontré varias veces. Hablamos de lo que fue aquella vibrante historia del 89, que me tocó cubrir para el diario Última Hora. Era visto como una persona controvertida, a la que acusaban de algunas situaciones poco claras. Se había convertido en alguien diferente a aquel héroe que llegué a admirar, pero seguía librando sus luchas por una sociedad mejor. Su hijo Orlando me aclara que lo llamaban polémico por enfrentar a la Justicia corrupta y por defender a pobladores de escasos recursos contra personajes que buscaban despojarles de sus tierras obtenidas con mucho sacrificio.

En la tarde de este viernes, el nombre de Efigenio Lisboa volvió a inscribirse en los titulares de las noticias, esta vez en las secciones de hechos policiales. Tras una discusión en el local de un lavadero de automóviles, en la ciudad de Presidente Franco, un desconocido le disparó varios tiros de arma de fuego, para luego huir del lugar. A Efigenio lo trasladaron aún con vida hasta un centro asistencial, donde se confirmó su deceso.

En los informes policiales sobre el asesinato no hay ninguna alusión a aquellas heroicas jornadas en que Efigenio Lisboa condujo la primera histórica huelga de Itaipú, ni cómo se enfrentó a poderosos generales que intentaban negar las conquistas laborales. En homenaje a ese héroe obrero de otro tiempo, vaya esta crónica con tono de réquiem contra el olvido.