La menor, que vivía bajo el cuidado de su abuela y abuelastro, presentaba lesiones graves en manos y pies debido a la tungiasis, una enfermedad causada por la pulga de arena (Tunga penetrans).
La situación se tornó pública luego de que vecinos alertaran de hecho. La niña, visiblemente alterada se resistió a ser abordada, reflejando la situación en que vivía.
Su madre, que según los datos, vive no muy lejos de lugar y nunca se hizo cargo del cuidado.
Por lo que se pudo observar en el lugar, la niña vivía en condiciones de extrema insalubridad. La tungiasis prospera en ambientes con pisos de tierra sin sellar y falta de higiene, lo que habría facilitado la proliferación de las larvas y la infección severa que enfrentaba.
La niña fue llevada al Hospital Distrital de Presidente Franco debido a que las lesiones requerían tratamiento urgente, incluyendo sedación y desinfección, además de un seguimiento para evitar complicaciones mayores.
La intervención estuvo a cargo de la Consejería Municipal por los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Codeni) y el fiscal Osvaldo Zaracho, quien dispuso el traslado de la menor al hospital.
La identidad de la niña y de sus familiares se omite en cumplimiento del artículo 29 del Código de la Niñez y la Adolescencia, que prohíbe la publicación de datos que permitan identificar a los niños en situación de vulnerabilidad.