El juez de la Niñez y la Adolescencia, Elvio Insfrán, ordenó el rescate y la posterior guarda provisoria de la hermana de la niña de 3 años asesinada en Pedro Juan Caballero. La hermana, de 12 años, se encontraba viviendo hace años con un hombre de unos 30 años, contra quien ya pesa una orden de captura, según informó el corresponsal de la zona, Marciano Candia.
“Al tratarse de niñas no existe ningún tipo de consentimiento. Han sido entregadas de forma irregular, atendiendo a su edad, y no correspondía”, expresó el juez.
Asimismo, dijo que aún debe resolver la guarda de sus hermanos pequeños, quienes también serán entregados con la guardadora de manera provisoria.
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El fiscal José Luis Torres es el que investiga el terrible crimen de la niña de 3 años en Pedro Juan Caballero, quien desapareció el viernes de su casa y fue hallada muerta en una vivienda abandonada, que funcionaba como boca de consumo de drogas.
Cámaras de seguridad muestran a un adolescente trasladando a la niña hasta la vivienda abandonada, por lo que es el principal sospechoso del hecho y ya se encuentra detenido e imputado. El Ministerio Público aún no pudo determinar la causa de muerte.
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Tampoco se puede descartar que otro hombre —un adulto que también fue visto en imágenes de seguridad de las cercanías y en horarios en que posiblemente ocurrieron los hechos— también haya actuado en conjunto con el menor de 17 años, por lo que ya está procesado y cuenta con una orden de detención.
De igual manera, se sospecha que la madre se encontraba bajo los efectos de algún tipo de droga cuando su hija desapareció, ya que incluso cuando iba a brindar la declaración parecía estar bajo efectos de sustancias.
“Divagaba mucho. No se concentraba. Fue muy difícil tomarle la declaración. Llevó más de dos horas para sacarle alguna información”, había explicado el fiscal.
La mujer se encuentra procesada por violación al deber del cuidado, además de abuso sexual en carácter de cómplice y se expone a una pena de 10 años.
Las autoridades investigan la información de que supuestamente la madre entregó a su hija “a cambio” de 30 dosis de crac y G. 100.000 para comprar bebidas alcohólicas.