Las niñas indígenas fueron rescatadas bajo la sospecha de que eran obligadas a prostituirse en el interior de un inquilinato, en la ciudad de Pedro Juan Caballero, Departamento de Amambay.
Las niñas aparentemente se encontraban en situación de calle antes de ser llevadas hasta el inquilinato con fines de explotación sexual, según informó Telefuturo.
Posteriormente al rescate, las menores de edad fueron trasladadas hasta sus respectivas comunidades, donde fueron objeto de hechos degradantes, como el corte de cabello como castigo.
La defensora interventora señaló que la investigación quedó a cargo del Ministerio Público y confirmó que al devolverlas a su comunidad les raparon la cabeza, por lo que nuevamente fueron llevadas hasta una casa hogar.
La defensora consideró el hecho como una abierta violación de los derechos humanos de las niñas.