El suceso tuvo lugar en el cementerio municipal de la ciudad de Visconde de Rio Branco, en el estado de Minas Gerais (sureste de Brasil), según informó la Policía Militar en una nota.
La voz de alerta a las autoridades la dio un grupo de enterradores tras percibir estos que uno de los nichos verticales estaba cerrado con “ladrillos y cemento fresco”, y que alrededor había “rastros de sangre”.
Cuando llegaron al lugar, los agentes escucharon gritos de “socorro” desde el interior del nicho, rompieron la pared de ladrillos y se encontraron con una mujer con “heridas en la cabeza y varios cortes por el cuerpo”.
Acto seguido, llamaron a los servicios médicos de urgencia, que la trasladaron a un hospital para ser atendida.
La mujer, que tiene antecedentes por tráfico de drogas y hurto, declaró que se encontraba en casa acompañada de su esposo, cuando “dos individuos encapuchados” invadieron su hogar y empezaron a agredirlos.
Según su testimonio, su esposo consiguió “liberarse” y “escapar” de los dos asaltantes.
“A partir de ese momento, no recordó nada más hasta despertarse en el sepulcro”, relató la Policía Militar de Minas Gerais en el comunicado.
La víctima también manifestó que, anteriormente a su secuestro, había perdido una carga de “armas y drogas” que guardó para dos sujetos.
La Policía Militar informó que ya se identificó a dos sospechosos de “20 y 22 años” como posibles autores del episodio, aunque todavía no ha podido localizarlos.