Una casa ubicada sobre 45 Proyectadas y Brasil, en Asunción, recibió la visita de una kuriju de cuatro metros.
La serpiente se encontraba en el patio trasero de la residencia, donde hay muchas macetas, plantas, ruedas y basuras.
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Los propietarios llamaron a la Policía Nacional y a los bomberos voluntarios, quienes aconsejaron realizar una cerca para evitar que personas se acerquen o que el reptil escape.
La kuriju es una serpiente constrictora, por lo que enrolla su cuerpo alrededor de su presa y tensan sus músculos para aplastarla y matarla.
Es la segunda vez que hallan una kuriju en la misma residencia. La primera vez, la serpiente tenía 6 metros, pero fue asesinada por los vecinos.
Tras su rescate, la kuriju fue liberada en una zona silvestre, cerca del río.