Se estrenó hace 20 años el 21 de julio de 1998, duraba casi tres horas, pero pese a estar repleta de momentos brillantes, la maestría de esta cinta para pasar a la historia del cine se concentraba en sus veinte primeros minutos, en los que Spielberg recreó de forma muy cruda el desembarco de Normandía en la Segunda Guerra Mundial.
Como si fuera un soldado más de las tropas aliadas, la cámara de Spielberg se colocó, desde el primer momento, en las lanchas en las que los militares esperaban, aterrorizados y apretujados para saltar a una muerte más que posible ante las ametralladoras nazis.
Vómitos, temblores de manos, rezos desesperados: en el desembarco de Rescatando al soldado Ryan no había lugar para los mensajes heroicos o patrióticos, pero sí para el terror más humano.
Con esta visión muy humana y nada estilizada de la guerra, la película fue un éxito de taquilla al recaudar 482 millones de dólares, lo que la convirtió en la segunda película más taquillera de 1998 solo por detrás de Armageddon.
Junto a Tom Hanks como estrella, la cinta incluía a un emergente Matt Damon o a un desconocido Vin Diesel.
Seleccionada en 2014 para su preservación en la Biblioteca del Congreso de EEUU, Rescatando al soldado Ryan encandiló a la crítica y se llevó cinco Oscar, pero no pudo ganar la estatuilla de mejor película, que fue para Shakespeare enamorado (1998).