La organización, que se encargó de tratar a los heridos y recuperar los cuerpos, explicó en su cuenta de Twitter que las víctimas se produjeron por unos “ataques y enfrentamientos” que tuvieron lugar justo después de la operación especial contra una vivienda en la zona de Atme.
Los efectivos estadounidenses descendieron al área, fronteriza con la localidad turca de Iskanderun, en una “incursión aérea”, según los Cascos Bancos.
También el Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó en un comunicado el fallecimiento de 13 personas, entre ellas cinco niños y tres mujeres, mientras que otros tres cuerpos quedaron “despedazados” y no han podido ser identificados todavía.
La ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, aseguró que “todos” ellos perecieron durante la “operación de aterrizaje” y “objetivos aéreos” de las tropas de la coalición liderada por EEUU y sus aviones cerca de la zona de Atme.
La ONG afirmó anteriormente que EEUU llevó a cabo “una operación similar al asesinato de Abu Bakr al Bagdadi hace casi tres años”, en referencia a la redada que en octubre de 2019 acabó con la vida del exlíder del grupo yihadista Estado Islámico (EI), también en Idlib.
Idlib está dominada principalmente por el Organismo de Liberación del Levante, en la que se incluye la ex filial siria de Al Qaeda, antiguamente denominada Frente al Nusra, y acoge también a una miríada de grupos armados que podrían haber sido objetivo de la operación de esta madrugada de Washington.
La redada se produce días después de que finalizase en Al Hasaka, en el noreste de Siria, un motín con ayuda externa en una cárcel del EI que se saldó con casi medio millar de muertos y es considerada la mayor acción de la formación terrorista desde su derrota territorial en el país árabe hace tres años.
La coalición internacional liderada por EEUU que lucha contra el EI en Siria e Irak apoyó durante el alzamiento en la prisión a sus aliados kurdosirios, que administran esa prisión y amplias zonas del noreste de Siria.