La Reserva Natural del Bosque Mbaracayú cumplió ayer 30 años de su creación. Con sus 64.405 hectáreas, constituye uno de los últimos remanentes de bosque de la Región Oriental.
Uno de los mayores desafíos para la conservación sigue siendo la deforestación en la zona.
La reserva es administrada por la Fundación Moisés Bertoni (FMB), que cuenta con un equipo conformado por 21 guardaparques, quienes entre sus múltiples tareas se encargan del monitoreo para la identificación de actividades ilegales.
En esta área protegida se conserva el mayor número de especies amenazadas, como ejemplares de yaguareté.
Es hábitat de diversas plantas y animales: 1.269 especies de plantas, entre helechos y plantas superiores, 93 especies de mamíferos, 440 especies de aves (62 especies endémicas del Bosque Atlántico del Alto Paraná - Baapa), 27 especies de anfibios, 35 de reptiles, 1.145 de insectos y 64 de peces.
El área se localiza en una zona de transición entre las ecorregiones del Baapa y del Cerrado, según la clasificación ecorregional propuesta por el Ministerio de Ambiente.