Según refirió Isasio Espínola, bombero forestal de la Reserva San Rafael, desde hace varios días estos focos de incendios se han ido multiplicando en la cordillera San Rafael; sin embargo, a partir del viernes último los focos de incendios son de grandes proporciones y el control se torna cada vez más difícil. A pesar del gran esfuerzo, hasta la fecha no se pudo sofocar por completo el fuego debido a la gran seguía que afecta a la zona, haciendo que el área boscosa se convierta en punto altamente susceptible al fuego por la gran cantidad de hojas secas.
Los bomberos forestales instan a los habitantes, principalmente de Alto Verá y comunidades vecinas, a evitar cualquier quema y, en caso de hacerlo, que tomen todos los cuidados a fin de no poner en riesgo a los vecinos. Asimismo, invitan a las familias de la zona a ser voluntarios y formar parte de los Bomberos Forestales San Rafael (Brigada 66). Cabe señalar además que pobladores de comunidades nativas que habitan en la zona de la cordillera San Rafael fueron evacuados ante el peligro que representan los focos de incendios que rodean la zona, donde la expansión del fuego se da en cuestión de segundos. En ese sentido, resaltaron que numerosas familias indígenas fueron sacadas de su hábitat a fin de evitar cualquier tragedia por la voracidad del fuego y la densa humareda que reina en la zona, lo que genera graves afecciones en la salud de las personas, en especial en la parte respiratoria.
Ante esta preocupante situación y la gran sequía que afecta la zona, los bomberos forestales hacen el llamado a la conciencia y evitar todo tipo de quemas en el sector rural.
Atendiendo el panorama poco alentador en cuanto a lluvias se refiere, resulta fundamental la ayuda que se les pueda brindar a los combatientes como ser agua, leche y todo elemento que sea útil para las tareas de combate al fuego, que amenaza seriamente a uno de los últimos remanentes de bosque que posee la región.

Por otro lado, desde el viernes otras comunidades de Itapúa también registran incendios de grandes magnitudes, uno de ellos en el predio de la Base Aérea Militar en la zona de Edelira 70, donde, según datos de los bomberos voluntarios, ya se quemaron más de 150 hectáreas de bosque. Este foco de incendio amenaza también a varios pobladores de la zona de Pirapey, que viven en las inmediaciones del área boscosa, quienes denunciaron que el incendio fue provocado por los campesinos que se encuentran ocupando una fracción de tierra de la zona.