En su más reciente informe, el director de Vigilancia de la Salud, doctor Guillermo Sequera, señaló que durante el último mes se duplicaron los casos positivos en Asunción y ciudades del Departamento Central.
Hasta ayer había cerca de 776 pacientes internados. Del total, 80% están en sala y el 20% en terapia intensiva. De ese 20%, un 58% se encuentra con ventilación mecánica, lo cual refiere la gravedad de los casos.
El principal epicentro de la pandemia hoy está en Central y Asunción, según el especialista. De unos 900 casos positivos que se tenían el mes pasado, en las últimas semanas se duplicó a más de 1.700 casos en Asunción.
En Central hubo un salto de 1.900 a 2.900 casos. Luque, San Lorenzo y Lambaré son las ciudades que concentran el mayor número de personas contagiadas.
Un 25% de los pacientes están internados en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente Juan Max Boetner (Ineram), un 14% en el Hospital Ingavi del Instituto de Previsión Social (IPS) y un 11% en el Hospital Nacional de Itauguá. El resto se encuentra distribuido en hospitales periféricos y centros privados.
“Es probable que para fin de año superemos los 2.000 fallecidos, porque ahora en promedio tenemos 15 fallecidos por día”, advirtió Sequera.
El director de Redes y Servicios del Ministerio de Salud Pública, Hernán Martínez, informó que en el sector público ya se están improvisando camas y respiradores para dar asistencia a los pacientes que llegan con cuadros de Covid-19.
“Estamos en una lucha día a día, a veces desigual por la cantidad de pacientes que llegan y superan los lugares, principalmente en Ineram y el Hospital Nacional de Itauguá. Muchas veces se tiene que improvisar un respirador en la sala de Urgencia para dar respuesta a pacientes que llegan muy graves y a veces ya no se pueden trasladar, y deben esperar un lugar”, expresó el médico.
El peor momento de la pandemia del coronavirus ha llegado. El sistema sanitario atraviesa el pico más alto, con las unidades de urgencias y terapia en estado de saturación. Casi no quedan camas disponibles.
Los escándalos de corrupción no atendidos y la consecuente falta de mayor inversión en el sector salud cobran su precio.
La proximidad de las fiestas de Navidad y Año Nuevo instala el temor de que los casos aumenten aún más.
Más que nunca, se requiere de conciencia y responsabilidad ciudadana.
Hay que limitar las celebraciones en casa, sin aglomeraciones, con uso de tapabocas, cuidados de higiene y distanciamiento físico.
No perdamos el control de la situación. Una actitud cuidadosa nos permitirá disfrutar de esta Navidad y de la fiesta de Año Nuevo en modo Covid, con especial atención a las personas mayores de nuestro entorno familiar.
Cuidarnos a nosotros mismos es cuidar a los demás.