Édgar Valdez, dueño del local, manifestó que su secretaria fue quien le avisó que una intensa humareda había comenzado a salir del segundo piso.
“Lastimosamente, esto ocurrió, aparentemente, a raíz de un cortocircuito”, lamentó Valdez, y añadió que todo lo que había en su interior quedó reducido a cenizas, en estado inservible. Desde documentos hasta muebles y otros objetos. Por último, responsabilizó a la ANDE.
“Esperemos tener un retorno de parte de ellos. Quiero creer que el origen de lo ocurrido es por un cortocircuito, una carga o sobrecarga en las líneas. Creo que hay que ver con la gente de la ANDE. Acá hay una perdida de materiales que afecta bastante”, apuntó.
Indicó además que los bomberos voluntarios fueron hasta la terminal de una línea de buses para proveerse de agua con que extinguir el fuego y se las negaron.
Tuvieron que marchar un kilómetro más, a una planta de huevos, donde recargaron el camión bomba, pero para entonces ya se había consumido por completo el lugar.