La campaña "¡Sin carrizos, por favor!” ("¡Sin pajitas, por favor!”), impulsada por la ONG ambientalista Tortuguías, que se dedica a la conservación de tortugas marinas en el Pacífico panameño, durará hasta el 31 de agosto y evitará que se usen 528.500 pajitas de plástico.
“Los carrizos (pajitas) de plástico se fabrican en un minuto, se usan menos de 20 minutos, pero tardan más de 200 años en desintegrarse en el mar. Nuestro objetivo es que los clientes se den cuenta de que los carrizos no son tan necesarios como creemos”, indicó en rueda de prensa la presidenta de la fundación, Sandra Álvarez.
Los establecimientos que se han adherido a la campaña, entre los que se encuentran varias cadenas de comida rápida, así como pequeños restaurantes en distintas zonas del país, usarán removedores de madera para los cafés y pajitas de papel en aquellas bebidas que lo requieran, como los granizados o “frappés”, apuntó Álvarez.
La activista explicó que un restaurante utiliza de media 3.500 pajitas de plástico al mes, una cifra que se eleva hasta los 20.000 en el caso de las cadenas de comida rápida.
La ONU estima que cada año se vierten en los mares ocho millones de toneladas de plástico, lo que equivale a verter un camión lleno de plástico al minuto, y que anualmente mueren un millón de aves y 1.000 tortugas marinas como consecuencia de esta contaminación.
“Una de cada mil tortugas llega a la edad adulta, su ciclo natural de vida ya es de por sí difícil, pero si a esto le agregamos que ellas confunden el plástico con alimento y que muchas veces se quedan atrapadas en él, el resultado es que su índice de supervivencia es aún más pequeño”, aseguró.
Panamá aprobó el pasado enero una ley pionera en Centroamérica, que entrará en vigor en enero de 2019 y que prohíbe el uso de bolsas de plástico desechable en cualquier tipo de establecimiento comercial.
Álvarez aplaudió que Panamá haya decidido sumarse con esta medida a otros países como Colombia, España y Francia, pero pidió a las autoridades dar un paso más y prohibir cualquier tipo de plástico desechable, incluidos vasos, platos, cubiertos y carrizos.
La ONU calcula que, de seguir así las cosas, en el año 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos.