EFE
Los cuatro esqueletos fueron hallados entre 2009 y 2013 en el predio de la Agrupación Especializada de la Policía paraguaya, y entre agosto y septiembre de 2016 se dio a conocer su identificación, gracias a la colaboración del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Los familiares recibieron las urnas funerarias con los restos de sus familiares en un acto de homenaje celebrado en el centro cultural El Cabildo, en Asunción, antes de partir a sus respectivos países para enterrarlos.
“Es una mezcla de todo. Es una alegría profunda, y lloro todo el tiempo. Son 40 años de espera que se concretaron en este día (...). Falta mucho camino, hay muchos que están esperando ser encontrados. Y por otro lado, este es mi día de duelo”, declaró Silvia Potenza, hija de José Agustín Potenza.
Potenza fue secuestrado en 1977 junto a Rafaela Filipazzi en un hotel de Montevideo y ambos fueron llevados a Paraguay, donde desaparecieron.
Sus restos fueron encontrados en 2013 por el equipo de la Dirección de Reparación y Memoria Histórica (DRMH) del Ministerio de Justicia de Paraguay, en el predio de la Agrupación Especializada de la Policía.
La hija de Filipazzi, Ida Beatriz García, dijo que hoy se siente “triste, pero con mucha paz”, porque “por más que hay gente que dice que ya pasaron 40 años”, ella nunca pudo asumir la desaparición de su madre.
“Para mí era algo pendiente, porque como familiar me sacaron lo más hermoso que hay en la vida, que es tu mamá. Fue una lucha, porque yo quería que ella sienta que yo estaba, que yo no la dejé. (...) Hoy la voy a ayudar a que vuelva, va a estar en Corrientes (Argentina) conmigo”, expresó.
Por su parte, Lorenza Vera, hermana de Cástulo Vera, militante comunista paraguayo detenido y desaparecido en 1977 y cuyos restos fueron hallados en 2009, aseguró que se siente “muy contenta y emocionada” por encontrar a su hermano “buscado durante 40 años”.
Y Jorge Miguel Soler, hijo de Miguel Ángel Soler, dirigente comunista paraguayo detenido y desaparecido en 1975, declaró en la misma rueda de prensa que encontrarse con los restos de su padre, hallados en 2009, supone “un alivio, una enorme tranquilidad”, y significa “el fin de la incertidumbre”.
El titular de la DRMH, Rogelio Goiburú, hijo del militante opositor a la dictadura stronista Agustín Goiburú, desaparecido en 1977, afirmó a Efe que se siente “feliz y satisfecho” con la restitución de los restos óseos a los familiares.
“Todavía parece un sueño. Después de tantos años de estar buscándolos, y de identificarlos, y ahora de lograr restituirlos, sé y siento que los familiares van a tener paz espiritual y van a poder elaborar el duelo tan necesario que atravesamos todos cuando se muere un ser querido”, enfatizó.
Goiburú declaró que estas primeras restituciones “dan un gran impulso y cargan de combustible el tanque para seguir adelante” en los trabajos de búsqueda e identificación de personas desaparecidas que coordina.
La tarea se centra ahora en recolectar muestras de sangre de familiares de desaparecidos, para lograr dotar de identidad a los 30 esqueletos humanos hallados en fosas comunes y que todavía no se sabe a quiénes pertenecen.
El titular de la DRMH agregó que hasta ahora cuentan con 180 muestras de sangre de familiares de desaparecidos, una cifra “absolutamente insuficiente” para responder a las más de 500 denuncias de desaparición forzosa, más de 400 de las cuales están documentadas.
Explicó además que existen al menos 12 lugares en el interior de Paraguay identificados como posibles enterramientos clandestinos de personas desaparecidas en dictadura, a los que actualmente la DRMH no puede acceder para excavar, por falta de presupuesto.
La Comisión de Verdad y Justicia (CVJ) de Paraguay documentó 425 casos de personas ejecutadas o desaparecidas durante la dictadura de Stroessner.