El titular del Ministerio de Salud Pública, Julio Mazzoleni, señaló en la rueda de prensa virtual de los viernes que se trata de una “estimación cercana” en la que trabajan los organismos del Estado, entre ellos la cartera a su cargo.
“Salud ha señalado la importancia de superar el invierno y aguardar el declive epidemiológico de los países vecinos”, acotó.
Hasta ahora el Gobierno paraguayo no ha avanzado en ningún plan para el reinicio de las rutas aéreas tras el cierre de las mismas en marzo, junto a los pasos fronterizos terrestres.
La preocupación reside en la situación de Brasil, el segundo país más afectado del mundo por la pandemia, y en menor medida la de Argentina, donde vive la mayor comunidad de paraguayos migrantes.
Al respecto, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, dijo el jueves a los medios que paraguay mantendrá sus fronteras cerradas hasta que Brasil consiga aplanar la curva de contagios por coronavirus.
Preocupación
En su intervención, Mazzoleni también instó a la población joven a cumplir con las medidas preventivas sanitarias para no contagiar a los grupos de riesgo del país, donde la cifra de muertes es de las más bajas de la región, por debajo del uno por ciento.
Mazzoleni explicó que el mayor número de contagios se está dando en la franja comprendida entre los 20 y los 40 años, con 2.857 personas.
Esto supone la mayor porción dentro del total de contagios, que ascienden a 4.113, según el registro de este jueves, con un número de fallecidos de 36.
No obstante, el ministro reiteró que Paraguay mantiene una mortalidad por debajo del uno por ciento y que de cada cien pacientes son internados entre cuatro y cinco, con uno que termina en Terapia Intensiva.
Asimismo, el ministro volvió a mostrar su preocupación por la circulación viral en Asunción y en los departamentos de Alto Paraná, frontera con Brasil, y Central, el más poblado.
El aumento de casos en esas zonas hizo que el Gobierno no los habilitara para la fase cuatro de la cuarentena, que permite la apertura de bares y cines.
También se refirió a la recién comenzada estación de invierno como un periodo sensible y proclive al número de casos.
De hecho, julio es el mes que ha registrado mayor número de muertes, con once, desde que en marzo la pandemia hiciera acto de presencia en el país sudamericano.