Hace una semana, el Tribunal de Apelación de Central revocaba la prisión y le concedía el arresto domiciliario a Alberto Segovia Martínez, denunciado por violencia familiar. Esto había creado bastante polémica, porque la denunciante salió a declarar que temía por su vida, al liberar a su amenaza, con la aplicación de la tobillera electrónica. No creía que aquello le fuera a impedir llegar hasta ella; estaba segura, si tampoco respetó medidas de restricción anteriores; así había declarado a Monumental 1080 AM, el pasado miércoles 8 de enero.
Ahora, el pasado 11 de enero, la víctima denunció que Ronaldo Agüero Verón, un empleado de Segovia Martínez, le amedrentó. Con esto, finalmente, hubo una nueva imputación en su contra.
El 13 de enero, la víctima denunció ante la Comisaría 38, de Yukyty, de la ciudad de Areguá, que sentía mucho temor desde el día que le beneficiaron al imputado con el arresto domiciliario, ya que fue amedrentada.
La jueza recabó informes donde constató la denuncia de la mujer, y el nuevo proceso, con lo cual entendió que existían hechos nuevos que hacían que exista el peligro de obstrucción de la investigación.
Dice la jueza que en este tipo de hechos, que se dan en el entorno familiar cercano, es necesario proporcionar a la víctima no solo el resguardo de su testimonio, sino de su integridad física y síquica.
La magistrada entendió que correspondía revocar el arresto domiciliario con el que fue beneficiado Segovia Martínez, y dictó la prisión preventiva del encausado.