Más de 500 jefes de Estado y dignatarios de todo el mundo asisten el lunes en Londres al funeral de Estado por la reina Isabel II, fallecida a los 96 años tras más de 7 décadas como soberana del Reino Unido.
Se trata del mayor evento con mandatarios extranjeros que ha coordinado el Ministerio de Exteriores británico en tiempos modernos, para el que se ha desplegado un dispositivo de seguridad comparable al de los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012. Es el primer funeral de Estado que se oficia en el siglo XXI en el Reino Unido, que no ha vivido ceremonias similares desde la muerte de Jorge VI, en 1952, y la del primer ministro Winston Churchill, en 1965.
Isabel II fue coronada en 1953 con sólo 25 años, en un ambiente de entusiasmo nacional de un país que aún se recuperaba del trauma de la Segunda Guerra Mundial. Y toda su vida fue una figura muy popular y respetada.
Pero la llegada de su hijo es muy diferente. A sus 73 años, es un anciano que sube al trono, dice Robert Hazell, profesor de derecho constitucional en el University College London. “Será muy difícil para él tomar el relevo de la reina y es probable que la monarquía viva momentos difíciles”, considera. Consciente del desafío, en su primer y solemne discurso a la nación, Carlos prometió el viernes igualar la dedicación al cargo de su amada mamá. Isabel II se comprometió, en un famoso discurso por su 21 cumpleaños, a dedicar su vida, ya fuera corta o larga, al servicio del pueblo, recordó el nuevo rey. “Yo les renuevo hoy esa promesa de servicio durante toda la vida”, agregó.
Carlos III. Nacido en 1948, Carlos se casó en 1981 con Diana Spencer, con quien tuvo dos hijos, Guillermo y Enrique, antes de que su matrimonio se desintegrara y las revelaciones sobre sus respectivas infidelidades les llevaran al divorcio. Tras la trágica muerte de Diana en 1997 en un accidente de coche en París, perseguida por los paparazzi, Carlos se casó en 2005 con su antigua amante Camilla Parker Bowles.
El nuevo rey es conocido desde hace tiempo por sus controvertidas, y a veces ridiculizadas, opiniones sobre temas como la agricultura y la arquitectura moderna (que no le gusta). Aunque sus preocupaciones medioambientales sean ampliamente compartidas, tendrá que mantener una neutralidad férrea, ya que a partir de ahora cada una de sus palabras será escrutada y comentada. En 2018, aseguró a la BBC ser consciente de que una vez en el trono tendría que abstenerse de tomar posición: “No soy tan estúpido”.
Los nietos juntos. Los ocho nietos de Isabel II, entre ellos los príncipes Guillermo y Enrique, velaron juntos el féretro de la difunta reina, a quien miles de británicos siguieron este sábado rindiendo un emotivo homenaje a dos días del funeral de Estado. Los hijos del nuevo rey Carlos III y Diana, a los que se considera distanciados desde 2020, permanecieron de espaldas y con la mirada baja, junto a sus primos, alrededor del ataúd de Isabel II, como hicieran sus padres la víspera en la llamada Vigilia de los Príncipes. El rito duró aproximadamente un cuarto de hora, y Enrique y Guillermo vistieron su uniforme militar. “Adiós, amada abuela. Fue un honor ser tus nietas y estamos muy orgullosas de ello”, escribieron en un mensaje difundido por el Palacio de Buckingham las hijas del príncipe Andrés, Beatriz y Eugenia.