El senador colorado decidió refugiarse en el interior luego del revés en el Senado a su intención de viajar a Washington como representante de la OEA (Organización de Estados Americanos).
Ayer, al filo del mediodía, surgió la versión sobre un supuesto plan de reconsideración de su caso, que al final quedó desbaratado.
A criterio de Riera, una de las principales razones que jugaron en su contra fue su suplente Bernardo Villalba.

“Nunca fue cuestionada la integridad o la capacidad del candidato”, consideró.
“Como hablé con la mayoría, pienso que las razones fueron políticas”, indicó.
Hizo referencia a su suplente, y que el mismo iba a representar el fortalecimiento del cartismo en el Senado.
En cuanto a los motivos ideológicos, refirió que “la izquierda no cree en la OEA, ahora, porque antes, su secretario general Almagro, ex canciller de Mujica, era su ídolo”. Este mismo argumento había expuesto Juan Carlos Galaverna durante el debate.
“Pero cuando cuestionó a Maduro, Ortega, AMLO, Bolivia, etc. pasó a ser el villano; más mi defensa de la propiedad privada”, citó Riera.
Riera fue promotor junto a Patria Querida, aunque con el apoyo de una mayoría, de la polémica Ley de Criminalización.
Mencionó además “las denuncias de corrupción contra colegas”, especificando al liberal Enrique Buzarquis, el colorado Javier Zacarías Irún y el luguista Sixto Pereira.
Había planteado el pedido de pérdida de investidura de ambos, pero se rechazó.
También habló de los conflictos entre un sector del Senado y la Cancillería.
“Aún con dictamen en mayoría y 5 intentos, lamentablemente no se pudo. Dejé todo en la cancha”, dijo.
Aseguró que seguirá trabajando por los ex obreros de Itaipú y las personas con discapacidad, desde el Senado.