El ministro hizo estas declaraciones ante la prensa durante el acto de egreso de 5.000 nuevos agentes que se integran a la Policía Nacional. Mientras tanto, persiste la duda de si el titular de la Senad seguirá en el cargo.
El cartismo enfocó su discurso en la figura de Rachid, como responsable de la crisis con la DEA, para no poner la carga en Santiago Peña, ya que el ministro de la Senad dejó en claro que no actuó solo y que la decisión fue política.
“El presidente acostumbra a acompañar nuestras decisiones. Pero tiene mil decisiones. Faltó más información, más contexto, más conocimiento. Entonces, cuando uno comete errores, cuando uno tiene un equipo, algunos pensamos de una forma, otros de otra. Rachid tiene la obligación moral de revaluar sus decisiones y pagar el costo, si hay que rectificar el rumbo”, manifestó Riera.
No obstante, otras voces, como el senador Natalicio Chase, jefe de bancada de Honor Colorado, dijo que toda la responsabilidad es exclusiva de Jalil Rachid. Por su parte, Basilio Núñez, señaló que no existe ninguna crisis internacional y que la única decisión es mejorar la cooperación y ampliarla.
El costo político podría ser alto, si se concreta la retirada de la DEA, las investigaciones podrían ser afectadas. En la carta que remitió la agencia en respuesta a Rachid, se indica que ya se instruyó que el impacto en los casos en curso sea minimizado al máximo.
Riera incluso dijo que Jalil tuvo la valentía de firmar ese documento, ante una decisión política de gran envergadura.
El medio americano Washington Post, que fue el primero en publicar sobre la intención de ruptura con la DEA, declaró que efectivamente, los funcionarios de esta agencia estaban preocupados por esta decisión.
El motivo es que algunas investigaciones quedaban en riesgo, sobre todo las vinculadas con el narcotráfico, incluida la búsqueda de Sebastián Marset, “un narcotraficante fugitivo que financiaba equipos de fútbol profesional en toda Sudamérica”.
“Muchas de las investigaciones de narcotráfico más importantes en Paraguay fueron dirigidas por la unidad de élite de las fuerzas del orden paraguayas que colabora con Estados Unidos”, indica la publicación.
Se señala también que los funcionarios paraguayos creyeron que la retirada de la SIU llevaría a un cese total del apoyo estadounidense. “Los funcionarios dijeron que habían interpretado una carta reciente de la DEA, escrita en respuesta a la decisión de Paraguay a principios de este mes, en el sentido de que la agencia estadounidense planeaba poner fin a toda cooperación con Paraguay”, expresa.