La intención es bajar la confrontación del Legislativo contra el Ejecutivo, fue lo que sostuvo Riera, y aclaró que respeta que se trata de otro poder del Estado con una “sensibilidad política” propia. “El tiempo va a ir poniendo las cosas en su lugar”, recalcó.
El ministro manifestó que la decisión dialogar ya solo depende de los diputados para aclarar las dudas; de lo contrario, tendrán que esperar el informe del Ministerio Público.
“Me ofrecí a ir a hablar, cuando quieran, solos, en grupo, por bancada, o ir con la Policía y explicar lo que nosotros creemos que pasó, así que solamente dependemos de que ellos decidan hacerlo. Si no, esperemos que la Fiscalía termine la investigación”, subrayó.
Los diputados oficialistas comenzaron a presionar desde el primer día de la muerte de Gomes en su vivienda de Pedro Juan Caballero, para que las autoridades presenten su renuncia. Esto incluyó al comandante de la Policía, Carlos Benítez, y al fiscal general, Emiliano Rolón. También apuntaron contra el juez Osmar Legal por haber autorizado el allanamiento.
La situación derivó en una fisura en la relación entre Santiago Peña y los diputados, que esperaban un pronunciamiento más fuerte del presidente, y que alguna persona pague por la responsabilidad de la muerte.
Para bajar los ánimos, Peña, junto con Pedro Alliana y Horacio Cartes, se reunió con las dos bancadas oficialistas de la Cámara Baja en Mburuvicha Róga para buscar la paz. Los diputados resolvieron que respetan la decisión del presidente de apoyar a Riera y al comandante, pero se mantienen en su postura.
El ministro indicó ayer que no va a renunciar porque todavía queda mucho por hacer y tiene el respaldo de Peña. “No puedo renunciar si el presidente me sigue dando su confianza, y también al comandante. Estamos en pleno proceso. No queremos interrumpir el proceso. Van a venir los elementos, tenemos que crecer en todo el país. Hay necesidad de reorganizar, va a haber direcciones departamentales”, precisó Riera.
Controles. Por su parte, Carlos Benítez tranquilizó a la ciudadanía sobre el anuncio de mayor control en los buses por parte de la Policía. El comandante indicó que todo se va a ajustar al marco legal. “Ningún policía se va a exceder en el control, en cuanto a la cédula de identidad. El ciudadano puede realizar la denuncia contra el personal policial si hay algún exceso o abuso”, aclaró.
Benítez señaló que no se trata de algo nuevo, ya que los controles siempre existieron, sino que en esta ocasión tendrán mayor consistencia. El objetivo es aumentar la seguridad en las unidades del transporte público.
Sobre las formas de control, el comandante indicó que lo único que harán los policías será pedir la cédula de identidad, si la persona no la quiere entregar, tendrá que brindar su número de documento. No habrá cateos ni se revisarán las mochilas, a no ser que haya denuncias “muy bien fundadas”.
Los controles se realizan de forma preventiva por el aumento de asaltos en buses en las últimas semanas.