Tras reunirse por espacio de una hora y media con el presidente de la República, Horacio Cartes, el nuevo ministro de Educación, Enrique Riera, se trasladó hasta el Colegio República Argentina, en donde se inició la histórica toma de instituciones educativas por parte de los estudiantes secundarios.
La intención era reunirse con los jóvenes pero, al no encontrarlos en el predio, conversó un tiempo con el director de la institución educativa, Luis Castillo.
El secretario de Estado consultó sobre cómo inició la toma de la institución y si los estudiantes habían comentado con anterioridad sobre sus reivindicaciones. El director le contestó que la toma lo agarró de sorpresa.
En conversación con los medios de prensa, el ministro reiteró el llamado al diálogo para los gremios estudiantiles. “Les voy a escribir para saber dónde están y reunirme con ellos en donde sea”, expresó.

Refirió que puede sentarse con los alumnos y preparar un borrador para posteriormente presentarlo al presidente de la República, Horacio Cartes.
Sobre la reunión con el mandatario, mencionó que le presentó cuáles son los proyectos que están en ejecución y cuáles son los que están actualmente trabados. Aseguró que hasta el momento no conformó su gabinete en la cartera de Estado.
“Voy a averiguar dónde están los estudiantes. Yo pensé que estaban acá, porque acá empezó todo”, manifestó Riera. Señaló que en forma espontánea le dijo al jefe de Estado que iba a reunirse con los jóvenes para dejar de dar mayores vueltas.
Reiteró que el motivo de la lucha estudiantil fue logrado con el cambio que se produjo en el Ministerio de Educación. “Me pusieron a mí al frente para asumir el desafío y que me den una oportunidad”, expresó.
También confirmó que la reunión entre los jóvenes y el mandatario se dará en su momento. Sobre otros temas, mencionó que se encontró con la sorpresa que solo existen 30 arquitectos para arreglar 7.000 escuelas en todo el país.
Además, refirió que los docentes no pueden ser cualquieras porque deben tener valores. “La educación no tiene colores y partidizar la educación es el principio del fracaso”, afirmó.