Como cada año, el Registro de Perros Callejeros de Caacupé realiza su rifa anual a fin de recaudar fondos para costear los gastos de canes que son asistidos por la organización, que tiene a su cargo unos 200 de estos animales. La deuda que cuenta el grupo con la veterinaria asciende a G. 35 millones.
La rifa tiene un costo de G. 10.000 y el sorteo de unos 100 premios se realizará el próximo 30 de junio. Los voluntarios de la organización piden ayuda a la ciudadanía para recaudar lo máximo posible.
Las rifas se pueden conseguir con los voluntarios o escribiendo al perfil de Instagram de la organización, explicó la vocera Carolina Arévalo. También se pueden contactar con ella para adquirir sus boletos al teléfono (0981) 819-444.
Sobre el Registro de Perros Callejeros de Caacupé
La organización animalera nació en el 2018, fue fundada por Horacio Cabrera, quien se preocupó por la cantidad de perros callejeros que se encontraban abandonados o perdidos en la zona de la Basílica de Caacupé, tras culminar la celebración religiosa, en diciembre de aquel año.
Esa terrible situación lo impulsó a buscar una solución y poder ayudar a los perros. Con ayuda de sus amigos iniciaron con la primera etapa, la cual consistió en censar e identificar a los animales callejeros de la ciudad. Asimismo, se les colocó un collar y placas identificatorias, además de crear una ficha de vida de cada perro.
Arévalo señala que la organización continuó en una segunda etapa con la asistencia veterinaria de los animales. Reciben antiparasitarios, baños medicados y se les aplican las vacunas necesarias.
Más tarde, la solidaridad y el amor por los animales llevó a Ana Reyes, una de las voluntarias, a abrir un refugio para los animales de la zona, así nació el Refugio San Roque, en homenaje a su papá, también un amante de los animales. En el lugar viven 28 perros, quienes salieron de las calles para recibir el amor y la atención que necesitan.
Los 28 animales en su mayoría son aquellos perros más pequeños que son más vulnerables a los peligros de la calle, así como los perros dependientes de medicación, debido a alguna condición de enfermedad.
La fundación también tiene perros que se encuentran en hogares temporales, así como otros que fueron adoptados. Actualmente, siguen algunos perros en las calles, pero que son monitoreados por los voluntarios de la organización, y en estos casos, cada perro, según su ficha, recibe la atención que necesita y posteriormente son devueltos a la zona donde viven.
“Lo ideal es conseguirles familia, pero no es fácil porque la gente mayormente quiere adoptar cachorritos”, lamentó la voluntaria. Actualmente, más de 200 animales forman parte del registro, algunos de ellos ya fallecieron, pero la mayoría tiene una mejor calidad de vida.
Para lograr este gran trabajo la organización cuenta con unos 100 voluntarios de distintas partes del país que ayudan de diversas maneras, ya sea apadrinando un perro o ayudando con la venta de collares y placas, con lo que se logra una cierta recaudación. Además, se puede ayudar captando más padrinos y difundiendo información sobre el voluntariado.