EFE
“Es la mayor operación de seguridad que la ciudad y el país han visto. Es una gran responsabilidad no sólo organizar la final del Mundial sino también tener tantas autoridades y visitantes extranjeros en el evento”, afirmó ste viernes el secretario de Seguridad Pública del estado de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame.
El funcionario explicó en una rueda de prensa que, además de garantizar la seguridad de los al menos once jefes de Estado y 74.000 hinchas que llenarán el Maracaná, el plan busca evitar incidentes en posibles manifestaciones anunciadas por algunos grupos sociales que critican los elevados gastos públicos en el Mundial.
La operación igualmente busca garantizar la seguridad de los cerca de 100.000 argentinos esperados en Río este final de semana, la gran mayoría de los cuales llegan sin entrada para el partido.
Según Beltrame, a diferencia de otras operaciones para garantizar la seguridad en citas de jefes de Estado o de eventos como la visita del papa Francisco, la final del Mundial exige una movilización policial mayor para prevenir posibles disputas entre hinchas.
Además de reforzar la seguridad en las inmediaciones del Maracaná, las autoridades determinaron refuerzos en el Sambódromo y el Terreirao do Samba, dos tradicionales espacios para el carnaval que fueron convertidos en estacionamiento para unos 500 autocaravanas y autobuses de aficionados argentinos.
Igualmente será aumentada la presencia de fuerza pública en Lapa, un reducto de bares y restaurantes en el centro de la ciudad invadido actualmente por miles de extranjeros, y de Buzios, un balneario a unos 180 kilómetros de Río de Janeiro que tradicionalmente ha sido refugio de argentinos en vacaciones.
La operación se extenderá al Palacio de Guanabara, sede de la gobernación de Río de Janeiro y en donde la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ofrecerá un almuerzo a las autoridades extranjeras.
Entre los mandatarios ya confirmados en la final destacan los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Sudáfrica, Jacob Zuma, así como la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Alemania, Joachim Gauck.
El secretario de Seguridad Pública agregó que las Fuerzas Armadas apoyarán la operación con la movilización de militares, de grupos especializados en defensa química y biológica, y de 25 embarcaciones en el litoral de Río de Janeiro.
La Fuerza Aérea Brasileña garantizará el cumplimiento del cierre del espacio aéreo de Río de Janeiro entre pocas horas antes y pocas horas después de la final.
Beltrame admitió que los servicios de inteligencia de la policía ya identificaron la posibilidad de manifestaciones antes, durante y después del partido.
La Policía Federal de Carreteras calcula que al menos 250 autobuses atravesarán la frontera entre Brasil y Argentina este viernes con hinchas dispuestos a realizar el viaje de cerca de 30 horas hasta Río de Janeiro.