Incluso antes de la puesta en línea, la nueva aplicación que rivaliza con Twitter, la tensión ya había escalado alto entre los dos empresarios cuando Musk desafió en público a finales de junio a Zuckerberg a un combate de artes marciales mixtas.
De carácter reservado y con apariencia fría, el CEO —director ejecutivo— de Meta le respondió: “Envíame el lugar”.
Contrario a su costumbre, Zuckerberg probó suerte con el humor para burlarse de Elon Musk a propósito de la llegada de Threads, plataforma que ya alcanzó los 100 millones de usuarios en menos de cinco días.
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También respondió con un emoji de risa a un comentario de la cuenta oficial de la cadena de comidas rápidas Wendy’s, que le sugirió ir al espacio “solo para enervar” a Musk, que también dirige la compañía aeroespacial SpaceX.
El protagonista de la película The Social Network también criticó abiertamente a Twitter, que según él, es culpable de no haber sabido mantener un clima positivo en su plataforma, algo que promete hacer en Threads.
Pero Elon Musk le respondió fuerte. Amenazó a Meta con una demanda por violación de propiedad intelectual, potencialmente viable según él, por la contratación de ex empleados de Twitter que habrían traspasado datos sobre la red, lo que refuta el grupo de Menlo Park (California).
Además, lanzó algunas banderillas contra Threads en Twitter —que tiene unos 200 millones de usuarios, según observadores—, antes de pasar a palabras más duras.
“Zuck es un cornudo”, publicó en Twitter el multimillonario de origen sudafricano usando un término que, aparte de rimar con su apellido, fue adoptado por la extrema derecha estadounidense para designar a alguien —de forma muy peyorativa— como cómplice del sistema.
Sin respuesta de parte de Zuckerberg, Musk propuso en un mensaje de íconos “una competencia de medida de penes”. Zuckerberg ignoró la provocación, aunque no siempre se mantuvo al margen.
Horas después del lanzamiento de Threads, Zuckerberg publicó por primera vez en más de una década en su cuenta de Twitter un popular meme donde el personaje de historietas Spiderman (el Hombre araña) señala a otro par, en una referencia tácita a la semejanza entre las dos redes.
Zuckerberg, hoy de 39 años, cultiva una imagen más calma como un sabio de la tecnología que practica artes marciales y cuida de sus hijas, pero que al mismo tiempo genera enormes ganancias.
“Comportamiento de chico” -
“De verdad es único ver a estos dos individuos multimillonarios entrar en una contienda verbal de ese estilo”, dijo Andrew Selepak, profesor de la Universidad de Florida (sureste).
“Pero el asunto parece un poco en desequilibrio”, opinó el catedrático al considerar que Elon Musk “tiene un comportamiento de chico”, contrario al de Zuckerberg.
La diferencia entre ambas personalidades parece beneficiar al cofundador de Facebook, quien por años sufrió con el deterioro de su reputación.
Eso debido a la mezcla de un apetito sin control por el poder, su presunta falta de empatía, su comunicación glacial y robótica, pero sobre todo por la utilización de datos personales de usuarios por parte de Facebook.
“Estos ataques de Musk no han hecho más que ayudar a la imagen de Zuckerberg”, resaltó el analista Rob Enderle.
Además, Threads le aportó aire fresco a Meta y a su patrón, al menos en cuanto a sus diferencias de gestión con respecto a Twitter y a sus propias características.
La nueva red social se beneficia por ahora de la ausencia de controversia, aunque puede ser algo temporal. También ofrece una alternativa estable y previsible a los usuarios decepcionados de Twitter por sus cambios imprevistos con la llegada de Musk.
“Puedo entender la atracción por las ganancias, mientras que en el caso de Twitter, estamos en presencia de un hombre rico enfocado en sí mismo con una conducta ética despreciable”, añadió la analista de medios y tecnología Carolina Milanesi.
Las fuertes rivalidades entre grandes empresarios de la tecnología no son algo nuevo.
Dos de las más grandes personalidades de este sector, el cofundador de Apple, Steve Jobs, y el patrón de Microsoft, Bill Gates, también mantuvieron por décadas una relación zanjada entre desprecio y admiración mutua.
El sucesor de Bill Gates, Steve Ballmer, “tiraba los muebles a su alrededor cuando la gente partía (de Microsoft) a Google. Pero esto es la locura”, recuerda Rob Enderle al referirse a la disputa entre Elon Musk y Mark Zuckerberg.
Fuente: AFP.