Andrés Colmán Gutiérrez
Periodista y escritor
En septiembre de 1966, en Buenos Aires, en la revista D’artagnan, número 135, publicado por la editorial argentina Columba, apareció la primera historieta escrita por el guionista paraguayo Robin Wood, dibujada por su amigo, el ilustrador correntino Luis Lucho Olivera.
Se trataba de Aquí la retirada, una aventura bélica, la historia de un pelotón alemán que abandonaba el frente ruso tras sucesivas derrotas en la Segunda Guerra Mundial, pero que aún debía a enfrentar una última batalla decisiva.
Meses después, en mayo de 1967, en la revista D’artagnan número 151, se publicó la segunda historieta –de los tres primeros guiones que Robin había escrito inicialmente, a pedido de Olivera, sin saber qué pasaría con ellos–, titulada Historia para Lagash, donde presentaba a su primer personaje más famoso, el guerrero sumerio Nippur de Lagash.
Esta fue la primera de sus obras que Wood vio publicada, al hojear casualmente la revista en un puesto callejero, una mañana lluviosa de abril de 1967, cuando regresaba caminando a pie desde la fábrica en donde no le habían dejado entrar y ya sin dinero para el pasaje.
Fue ese el día en que su vida –hasta entonces de obrero migrante marginal, sobreviviendo en la miseria y muchas veces sin tener qué comer– cambió radicalmente y empezó a despuntar su carrera de escritor, destinado a convertirse en el más célebre y exitoso guionista internacional de cómics
Un fecundo ciclo creativo
Cincuenta años después, en 2016, en Asunción del Paraguay, con mucha pena, su esposa Graciela Sténico se dio cuenta de que Robin había creado con mucho esfuerzo su último guion de historietas, un capítulo de su personaje Dago para la editorial Aurea, de Italia, y que ya le resultaba imposible seguir escribiendo, debido a los efectos de una enfermedad neurológica irreversible que los médicos le habían detectado.
Luego de un conflictivo proceso, en el que Robin trató de negar su crítica situación de salud, el autor acabó aceptando el reto del destino y decidió retirarse a una quinta en la ciudad de Encarnación, Departamento de Itapúa, bajo el cuidado de su esposa, en donde vivió sus últimos años, disfrutando de emotivos homenajes y de gratos encuentros con sus amigos y lectores, mientras los conocimientos que su extraordinaria memoria había acumulado se iban desvaneciendo paulatinamente “como lágrimas en la lluvia”, hasta que el 17 de octubre de 2021 falleció en la capital de Itapúa.
En esos cincuenta años de fructífera labor de escritura, Robin Wood (nacido en Colonia Cosme, Departamento de Caazapá, el 24 de enero de 1944), creó más de 90 personajes que hoy son clásicos de la historieta universal y escribió más de diez mil capítulos o historias en cómics, que se publicaron y se siguen publicando en Argentina, Italia, España, Francia, Alemania, Suiza, Dinamarca, Turquía y muchos otros países, incluyendo en mínima parte al Paraguay.
Son varias las naciones que se disputan el privilegio de tenerlo en el universo de sus creadores. En Argentina lo denominan “el escritor argentino de historietas más leído, nacido en Paraguay” y en Italia lo consideran un autor de culto, “un italiano adoptivo”, alabado públicamente por grandes referentes intelectuales, como el afamado escritor y semiólogo Umberto Eco y el genial cineasta Federico Fellini. Ha tenido pasaportes de nacionalidad paraguaya, argentina, italiana y dinamarquesa.
Estrella del cómic mundial
Robin Wood llegó a ganar los más importantes premios del cómic mundial, como el Yellow Kid (considerado el Oscar de la Historieta), el Romic de Oro, el Premio al Mejor Guionista del Mundo en la Bienal de Córdoba; el Premio Ricardo Barreiro de la Asociación Profesional de Guionistas de Cómic de España, el Premio Pléyade, además del reconocimiento a “la historieta religiosa mejor narrada” otorgado por la Universidad Pontificia del Vaticano, en un estudio sobre el capítulo El Nazareno de su serie Gilgamesh, el inmortal.
De sus muchos personajes, las aventuras del guerrero sumerio Nippur de Lagash se narró en 452 episodios (desde 1967 hasta 1998), que la editorial Planeta DeAgostini de España reunió en una preciosa colección de 64 libros de tapa dura, al cumplirse en 2017 el 50 aniversario de su primera aparición.
De su otro personaje más célebre, el aventurero veneciano y ex esclavo Dago (publicado inicialmente en 1981, en la revista Nippur Magnum), Robin escribió más de mil guiones y, tras su fallecimiento, otros autores lo siguen escribiendo y publicando en Italia, donde cada capítulo es esperado por miles de lectores.
Entre sus creaciones más celebradas, además de Nippur y Dago, se destacan: Mi Novia y yo, Dennis Martin, Jackaroe, Pepe Sánchez, Mark, Ord Grund, Harry White, Big Norman, Los aventureros, Dax, Savarese, Aquí la Legión, El Cosaco, Helena, Los amigos, Chindist, Martin Hel, Amanda, Drácula, Merlín, Morgan, El Ángel, Gilgamesh el inmortal, Mojado, Perurimá, Isabella, El Muerto, Hiras hijo de Nippur, Warrior-M, Starlight, El Peregrino, Danske, Holbeck, Kozakovich y Connors, Port Douglas, Joan, Ander, Víctor, Nan-Hai, 1811 y muchas más.
Estas obras han sido realizadas con algunos de los dibujantes más consagrados del ámbito historietístico: Alberto Salinas, Domingo Mandrafina, Lucho Olivera, Quique Alcatena, Joan Mundet, Jordi Bernet, Eduardo Risso, Horacio Altuna, Juan Zanotto, Enrique Villagrán, Roberto Goiriz, Lito Fernández, Carlos Vogt, Ernesto García Seijas, Eduardo Barreto, Enrique Breccia, Ricardo Villagrán, Gianni Dalfiume, Kike Olmedo, Carlos Casalla, Sergio Mulko, Alfredo Falugi, Walther Taborda, Francisco Solano López, Daniel Müller, entre otros.
Todo esto ha convertido a Robin Wood en el escritor paraguayo más leído en el mundo.
En su homenaje, el Correo Paraguayo emitió varias estampillas con sus personajes y el Congreso Nacional declaró por ley, el 17 de octubre, fecha de su fallecimiento, como el Día de la Historieta Paraguaya, día en que se instituyó también el Premio Robin Wood, que se entrega anualmente a un artista paraguayo y a otro latinoamericano (en su primera edición, en 2024, fueron premiados el historietista paraguayo Nicodemus Espinosa y el dibujante argentino Domingo Cacho Mandrafina, afamado ilustrador de Savarese).
El rescate de un gran escritor
La mayor parte de la producción historietística de Wood sigue siendo poco conocida en el Paraguay, especialmente para las nuevas generaciones.
Hasta hace poco, a pesar de su resonancia global, Robin no era tenido en cuenta entre los forjadores culturales que se estudian en las escuelas, colegios y universidades de su país natal.
En 2024, a iniciativa de un grupo de escritores, dibujantes y editores de cómics, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), asumió la publicación de cinco álbumes de la Colección Robin Wood, junto con la Editorial Servilibro, que reúnen algunas de las obras más emblemáticas del autor caazapeño, que se distribuyen gratuitamente a las escuelas, como parte del programa de lectura, escritura y oralidad Ñe'êry.
Se puede decir que el año 2024 marca el inicio de la justiciera recuperación de la figura de Robin Wood en el sistema educativo y cultural, en su país natal.
Todo este vital proceso es coronado ahora con la publicación de este gran libro dedicado al autor, por parte del Centro Cultural de la República El Cabildo, incorporándolo a la prestigiosa colección Creadores del Bicentenario, que ya ha dedicado importantes volúmenes a otras excelsas figuras como Augusto Roa Bastos, Gabriel Casaccia, Olga Blinder, Agustín Barboza, Juan Carlos Moreno González, Edith Giménez, Carlos Federico Abente, entre muchos más.
Podemos reafirmarlo con mucha satisfacción: el Paraguay empieza a reparar las deudas pendientes con su escritor más leído en el mundo y lo incorpora con toda justicia al universo de sus más grandes artistas y creadores.