Indignación. El titular del Sindicato Nacional de Directores de Instituciones Educativas de Gestión Oficial (Sinadi), Miguel Marecos, lamentó la alarmante situación de robos que afecta a más de 15 instituciones educativas y solicitó al ministro del Interior, Enrique Riera, una audiencia urgente para tratar este flagelo de la inseguridad que impacta en las comunidades educativas a un mes del inicio de clases.
Como una medida de protesta, directores, docentes y padres de familia realizaron anoche una sentata frente a la escuela Carlos Antonio López, ubicada en el barrio Trinidad, que es el ejemplo más reciente de la problemática que enfrentan las escuelas. Esta institución ya fue robada cuatro veces en menos de 15 días, sin que la comisaría local atienda a los pedidos de las autoridades. ‘‘Estamos haciendo un poco de ruido para que se nos escuche, porque la inseguridad es tremenda. Mboriahu memby memete ou ápe. (Hijos de pobres son todos los que vienen acá)’’.
Bajo el lema ‘‘Sentata e inicio de la vigilia por la dignidad educativa’’, el Sindicato de Directores busca poner atención sobre el flagelo de la inseguridad que afectará en el inicio de las clases.
Son más de G. 500 millones las pérdidas debido a los constantes robos por parte de adictos que hasta los focos se llevaron. Notebooks, infocus, computadoras, compresores, ventiladores y aires acondicionados suman a la lista de robos en las instituciones. Solo en la escuela Carlos Antonio López totalizan G. 50 millones de pérdidas.
Entre 150 a 170 niños y niñas asisten en horario extendido a esta escuela de Trinidad, una zona vulnerable. Para Marecos el temor es que ante esta situación los alumnos deserten porque no hay luz en la institución, ya que se llevaron hasta los cables.
Detalló que al lado de esta institución hay un predio abandonado que los adictos usan como aguantadero. El lugar está repleto de basura.
Asimismo, Marecos mencionó que en la escuela José Dolores González, en Tayuazapé, en la ciudad de San Lorenzo, el impacto del saqueo asciende a 60 millones de guaraníes.
También la escuela subvencionada Santa Rosa de Lima, del Bañado Sur, sufrió un incendio en el que perdieron todos los elementos para el inicio de clases. Los padres presumen que fue provocado por personas con problemas de adicción, ya que la escuela fue saqueada en varias ocasiones. ‘‘Vándalos y adictos son los que perjudican grandemente a los niños’’, lamentó Marecos.
Hace unos días padres apelaron a la solidaridad de la ciudadanía para poner en condiciones la casa de estudios a la que asisten alrededor de 200 estudiantes.
Miguel Marecos afirmó que recibió un mensaje del ministro Riera, quien se comprometió a hablar con el vice-ministro de Seguridad y con el comandante de la Policía para abordar la crisis.
Para el titular de Sinadi es importante analizar el contexto en que se están dando estos robos y saqueos. El problema de la droga y el alto índice de deserción escolar. ‘‘Tenemos más de 500 mil estudiantes que salieron del sistema desde la pandemia’’, lamentó.
Además del deteriorado y precario estado de las estructuras edilicias de las escuelas y las necesidades básicas, ahora se le suman los robos y saqueos que complican aún más el inicio de las clases para padres, directores y principalmente a miles de estudiantes.