La edad no ha rebajado el ritmo frenético que lleva el carismático rockero al encarar la nueva vuelta al sol con una agenda repleta de proyectos.
Cercano y encantador, como le definen quienes lo han tratado, el autor de clásicos como Maggie May sigue luciendo una imagen calcada a la de hace décadas: atuendos estridentes, pantalones ceñidos de tartán y su inconfundible cabellera cardada de mechas rubias por la que no parecen pasar los años.
Gran trayectoria. Con más de 120 millones de álbumes vendidos a lo largo de su longeva carrera, Stewart continúa imparable en lo laboral, aunque le empieza a apetecer tocar en lugares de capacidad reducida, en ambientes “más íntimos”, según admitía recientemente.
En un mensaje colgado en su cuenta de Instagram el pasado noviembre, el crooner londinense revelaba que si bien la gira europea y norteamericana que le mantendrá ocupado en 2025 marcará, para él, el final de los tours a gran escala, no tiene “ningún deseo de retirarse”.
Los 80 le pillan todavía “en forma, con la cabeza llena de pelo” y aún es capaz de correr “100 metros en 18 segundos”. Por algo mantiene una rutina deportiva gracias a un preparador personal desde hace 30 años.
En su agenda de 2025 figuran, entre otros, los compromisos de su tour One Last Time, su regreso a Las Vegas y un concierto programado para este verano en Glastonbury en el escenario reservado a las “leyendas”, 23 años después de su última actuación en el icónico festival británico.
El autor de éxitos como Da Ya Think I’m Sexy?, You’re In My Heart o Hot Legs pertenece al Paseo de la Fama del Rock & Roll estadounidense y fue nombrado Caballero del Imperio Británico por la reina Isabel II en 2016.
Con motivo de su cumpleaños, Stewart ha hablado con varios medios locales sobre la mortalidad. En este sentido, el artista aseguró que no tiene miedo a la muerte y planea seguir por aquí “otros 15 años más”.
Tras haber superado a lo largo de su vida dos cánceres –de próstata y tiroides–, siente ahora que “sus días están contados” y es mucho más consciente de su salud que nunca. EFE