En el juicio el único acusado es el policía Gustavo Florentín, ante los jueces Lourdes Garcete, Manuel Aguirre y Rosana Maldonado, por supuesto homicidio doloso.
Lemir explicó que la muerte del joven fue agónica, por los balines que recibió en la espalda. Según el médico, el escopetazo fue disparado a media distancia. Además, que no eran balines de goma, sino de metal y sí eran mortales.
Posteriormente, declaró el perito balístico Cristian Benítez, que señaló las diferencias entre los balines de metal y los de goma. Estos últimos son considerados subletales. Es decir, que depende de la distancia en la que se disparan y el lugar donde impactan.
La defensa consultó si los balines de goma disparados desde una distancia de 9 metros y 20 centímetros eran mortales, a lo que Benítez señaló que dependía del lugar del impacto, pero que no serían mortales. La defensa sostiene que Florentín solo tenía balines de goma.
La intención sería culminar el juicio oral la próxima semana, teniendo en cuenta que se cumplen 8 años del caso.