La mayoría oficialista utilizó nuevamente sus números para evitar tratar un proyecto que afecta al Gabinete del Ejecutivo, más específicamente, a la cartera de Salud.
El diputado Carlos Arrechea, en ejercicio de la presidencia, pasó lista y halló que solo habían 39 diputados registrados antes de llegar al punto 12 donde se ubicaba el proyecto de interpelación por lo cual levantó la sesión.
A sabiendas de que esta situación era de esperarse, la diputada Johanna Ortega durante el capítulo de mociones de preferencia solicitó el adelantamiento del punto de tal forma a tratarlo como primer punto, pero el cartismo no concedió el pedido.
La opositora señaló que era clara la protección a Barán, pese a que la salud pública agoniza y tiene serios cuestionamientos desde lo sucedido en el Hospital de Villarrica, con el consecuente desenlace de un menor fallecido por carecer de terapia.
Reprochó a sus colegas cartistas el hecho de rehuir a utilizar una prerrogativa de la Cámara el cual es la de interpelar.
Al finalizar la sesión, el diputado Raúl Benítez reparó en la maniobra de sus colegas. “La realidad es que ningún mecanismo de control está funcionando hoy en Diputados, porque ni siquiera la interpelación, que es un herramienta de control de la Cámara, se quiere tratar. Para que entienda la gente, es un simple cuestionario dirigido a la ministra para que responda públicamente. O sea, si nosotros no podemos hacer esto cómo Cámara para preguntar sobre las muertes que se dieron en seguidilla, sinceramente no servimos para nada”, puntualizó.
Dijo que ya pasaron dos semanas del pedido “y no se hace nada porque la realidad en la Cámara están más preocupados con los negocios”.