Para hacer frente a la discriminación, no hay teléfono cortado. Rohendu es la iniciativa que desde el otro lado del teléfono está disponible desde agosto del 2013. Su finalidad es ser un canal de comunicación para lesbianas, gays, bisexuales, personas trans e intersexuales (LGBTI). También apunta a sus familiares y amistades y a todas las personas que deseen realizar denuncias de situaciones de discriminación y violencia por orientación sexual o identidad y expresión de género. El servicio es llevado adelante por la oenegé Aireana, que desde hace más de una década lucha por los derechos de las lesbianas en el país.
“Quisimos facilitar los canales de comunicación para tener una mayor llegada a estas personas. Por eso habilitamos la línea baja gratuita, para llamar desde cualquier parte del país. También tenemos un número de celular para que puedan enviar mensajitos y les devolvemos la llamada. La idea es posibilitar a la gente que se anime a denunciar estas situaciones de discriminación. En nuestros años de trabajo nos dimos cuenta de lo difícil que resulta realizar esas denuncias”, explica Rosa Posa, miembro de Aireana.
Historias reales
El sistema de Rohendu, que funciona de 13.00 a 20.00, cuenta con psicólogos profesionales para quienes deseen realizar sus consultas. Están disponibles para la persona que ha asumido su condición sexual y no sabe cómo contárselo a su familia, o bien para los padres que no saben cómo abordar el tema con un hijo gay o una hija lesbiana. El 4 de agosto del 2013, el sistema recogió una de las denuncias que tomó estado público. Una pareja de chicas había sido expulsada por los guardias del shopping Multiplaza, por considerar que su conducta dentro del centro comercial era inapropiada.
Según la denuncia realizada por las afectadas, ellas se tomaron de la mano, se sentaron una al lado de otra y se dieron un beso en la mejilla. Las integrantes de Aireana se movilizaron ante este hecho y se comunicaron con los encargados del shopping. Ellos les respondieron que era la política del lugar, pero las representantes de la oenegé les ofrecieron realizar talleres contra la discriminación. Aún siguen aguardando una respuesta.
Una de las denuncias más reiteradas tiene que ver con los casos de violencia familiar, lo cual ocurre cuando alguien decide salir del clóset. Las reacciones de los padres o conocidos van desde el aislamiento completo de la persona hasta los golpes físicos. En el caso de las mujeres, llegan incluso a lo que se conoce como violación correctiva. “Quienes hacen esto, piensan que violando a la chica harán que cambie su gusto sexual”, refiere Posa y aclara que hasta el momento no recibieron denuncias sobre este hecho.
Más casos
La línea también está disponible para denunciar discriminación, acoso o abusos por una orientación sexual diferente en empresas, centros educativos e instituciones públicas y privadas. En el ámbito laboral, las quejas tienen que ver con despidos de personas gays y lesbianas sin que les comuniquen el motivo real. “Les dan vueltas, incluso le llegan a decir que no pueden estar con una persona con esas costumbres”, cuenta Posa. El servicio es confidencial, pero los casos pueden cobrar estado público si los denunciantes así lo deciden.
Uno de los hechos graves del cual tuvieron conocimiento fue la detención de una chica que estaba con su novia. Los policías las retuvieron varias horas y las amenazaron con decirles a sus familiares sobre su condición sexual. Las integrantes de Aireana se enteraron por casualidad de este episodio, cuando la afectada lo comentó. “Ella no lo había registrado como un atropello flagrante de sus derechos humanos, para ella no era algo gravísimo. Alguien que tiene conciencia de eso, llama al instante y cuenta lo que le está pasando. Muchas no lo hacen por vergüenza. Así supimos que hay muchas detenciones arbitrarias”, relata alarmada la activista contra la discriminación.
Alguien te escucha
Mantener esta línea de comunicación es muy importante, según Posa, porque es un canal para hacer frente al silencio ─impuesto─ de las víctimas. “Significa que hay alguien en el país que puede escucharte sobre este tema. Para las personas y su entorno, es importante saber que pueden recibir una orientación profesional. Si tu psicólogo o sacerdote te dicen que estás enfermo, llamanos. Hay personas muy jóvenes que están indefensas para salir adelante, saben que no están enfermas ni les pasa nada malo. Pero necesitan poder hablar con alguien más. Por más que se tenga mucha información en internet, nunca es suficiente”, recalca.
Desde su puesta en funcionamiento, Rohendu ha recibido más de 50 llamadas. Pero esta cifra no refleja la envergadura del proyecto."Quizás la gente pueda pensar que es poco, pero es muchísimo. Realmente es algo que hay que valorar en su medida. Todo lo que significa ese esfuerzo y el proceso personal de animarse a llamar. No se trata de levantar el teléfono y pedir la información sobre la salida de un ómnibus. Estamos contentas porque el objetivo que teníamos era que la gente llamara. Antes recibíamos denuncias de gente que nos contaba a nosotras o de gente que le contaba a otras y luego venía acá”, detalla.
¿Dónde llamar?
Las líneas habilitadas por Aireana para acercar las denuncias o cualquier otra consulta para las personas y parientes son el (0800) 110-108 o al celular (0981) 108-775. La atención es de 13.00 a 20.00. El número de la organización es el (021) 447-976. Desde febrero, Aireana volverá con su programa en radio Viva los días jueves, de 19.00 a 21.30.
Ley contra la discriminación
Paraguay es el único país del Cono Sur que no cuenta con una ley para hacer frente a a la discriminación, lo cual demuestra que aún hay mucho por hacer en el país con respecto a este tema. En el 2007, varias organizaciones, entre ellas Aireana, apoyaron la presentación de un proyecto de ley Contra toda forma de discriminación, el cual también incluía al colectivo lesbigaytransintersex. Esta propuesta, presentada por los senadores Miguel Abdón Saguier y Carlos Filizzola, debía ser estudiada y aprobada en el Congreso Nacional.
Sin embargo, hasta el día de hoy, el proyecto ─con dictamen favorable de la comisión que lo trató─ se encuentra durmiendo el sueño de los justos en algún cajón del recinto parlamentario. La razón de la postergación fue la oposición de los grupos conservadores, quienes adujeron que al incluir a personas con orientación sexual diferente, el siguiente paso sería el matrimonio entre personas del mismo sexo, señala Posa.
“Sospechamos que si nosotros no estuviéramos presentes en esa ley, ya se habría aprobado”, considera, aunque no pierde la esperanza de que este año sea aprobada. La ausencia de una legislación de este tipo en Paraguay impide que las denuncias puedan ser canalizadas y que se proceda a la sanción de los infractores. La ley no tendrá carácter punitivo. “No es como decían los fundamentalistas, que uno iría a la cárcel por hablar mal de los gays”, aclara Posa y agrega que la legislacion prevé multas y asistir a talleres de no discriminación para los infractores. Pero la existencia de Rohendu representa, dentro de todo, un gran avance dentro de una sociedad a la que aún le cuesta convivir con las diferencias.
Texto:Carlos Elbo Morales
Fotos: Fernando Franceschelli.