A sus 22 años, Isabel decidió hacer algo por su falta de descanso. Por las mañanas, siente la garganta totalmente seca –quizás por los ronquidos que a veces hasta la despiertan ahogada en la noche– se levanta fatigada a pesar de dormir ocho horas y su capacidad de concentración y memorización es mala, más ahora que estudia en la universidad. Una búsqueda en Google le mostró un lugar que le pareció interesante: Una clínica del sueño en San Lorenzo.
Tras su primera consulta, el profesor doctor Luis Montaner explica: “Ahora nosotros le pesamos, le tallamos, medimos el perímetro cervical, cargamos los datos en el sistema y le explicamos el estudio. Hacemos el estudio una noche y luego le citamos para darle el resultado”.
Él es el jefe de la Unidad de Trastornos Respiratorios del Sueño del Hospital de Clínicas, donde funciona la clínica, la única de su clase en el sistema de salud pública.
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Luego de abrir en 2020 y días después de tener que cerrar por la pandemia, la Clínica del Sueño de la Cátedra de Neumología de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, semanas atrás reabrió sus puertas al público.
El estudio al que se va a someter Isabel se llama poligrafía respiratoria o polisomnografía nivel tres. Consiste en medir distintos factores respiratorios de una noche de sueño del paciente.
Para esto, el paciente pasa una noche durmiendo en un cuarto de la Cátedra de Neumología del Hospital de Clínicas, con varios sensores, como una cánula nasal, un oxímetro de pulso, una banda torácica y un micrófono.
La mayoría de los pacientes que llegan a esta pieza del hospital escuela de la Universidad Nacional de Asunción no necesitan mucho más que un poco de silencio y oscuridad para caer dormidos del cansancio.
Los “microdespertares” que fragmentan el sueño
La ocupación central de este equipo de neumólogos y otros profesionales de Clínicas es la relación entre el sueño y el sistema respiratorio.
Los síndromes que tratan son el de apnea obstructiva, el de hiperventilación alveolar, presente en ciertas enfermedades neuromusculares, el de hiperventilación de obesidad y el de apnea central del sueño, que se ve principalmente en niños, recién nacidos o bebés prematuros.
La mayoría de las consultas son por posibles casos de apnea obstructiva del sueño, un síndrome que afecta a cerca del 15 por ciento de la población general y afecta al menos a 700 mil paraguayos, según estimaciones locales.
“Ciertas personas que roncan hacen pausas respiratorias, es decir, llevan su respiración durante el sueño por unos segundos. Estas pausas se llaman apneas y van fragmentando el sueño porque cada una de ellas es un ‘microdespertar’”, explica el doctor Montaner.
En consecuencia, las personas con este tipo de apneas se despiertan cansados, a pesar de dormir varias horas, tienen somnolencia durante el día y tienden a quedarse dormidos en el trabajo, en reuniones o, en el peor de los casos, al volante.
“Hay estudios ya de hace décadas que compararon poblaciones sin apnea y con apnea. La población apnéica tiene 7 a diez veces mayor riesgo de accidentes fatales de tráfico, versus poblaciones no apnéicas. De ahí que muchas legislaciones en todo el mundo obligan a los choferes profesionales a que puedan presentar un certificado de que están en tratamiento en caso de que tengan apnea”, comenta al respecto el médico.
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Además de esto, a largo plazo la apnea obstructiva del sueño puede derivar en graves complicaciones cardiovasculares y neurológicas. “Hay síntomas acompañantes bastantes molestos en su día a día, como la irritabilidad, muchos hacen síndromes depresivos en los casos graves, hay disfunción sexual, disminución de la libido, olvidos, trastornos en la memoria, cefaleas matutinas, entre otras cosas”, advierte Montaner.
Las causas de este síndrome pueden ser genéticas o adquiridas y el 98 por ciento de los pacientes que lo sufren son personas que roncan al dormir, aunque los ronquidos no siempre están vinculados a la apnea obstructiva.
Su tratamiento es altamente efectivo e implica el uso de por vida de una mascarilla que envía aire ambiente a través de una suave presión durante el sueño. No solamente elimina la apnea, sino también los ronquidos y mejora la calidad del descanso.
Diseñados para dormir un tercio de nuestras vidas
En su libro Por qué dormimos: La nueva ciencia del sueño, Matthew Walker, profesor de Neurociencia y Sicología en la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos), argumenta que uno de los desafíos de salud pública más importante del siglo XXI es “la epidemia silenciosa de pérdida de sueño”.
El experto sostiene que un “conjunto de fuerzas diseñadas por la sociedad”, como la constante luz eléctrica, la regulación de la temperatura del ambiente, la cafeína y la cultura y rutina laboral moderna, entre otros factores, atenta cada vez más contra nuestra capacidad de descanso.
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En ese sentido, el doctor Montaner agrega: “Los tres pilares de una buena salud son una buena dieta, ejercicio diario y un buen sueño. Siempre damos mucha importancia a los dos primeros pilares, pero subestimamos la importancia del sueño (…) Estamos diseñados para dormir un tercio de nuestras vidas y debemos respetar ese promedio”.
"¿Por qué es importante el sueño? Durante el sueño existe un reseteo completo de nuestro cerebro, existe un intercambio de neurotransmisores necesario, existe una regulación de diferentes ejes hormonales durante el sueño, que si rompemos ese equilibrio vamos a generarnos problemas futuros”, explicó el neumólogo y catedrático.
El especialista espera que la reapertura de la Clínica del Sueño traiga una mayor concienciación sobre los peligros de no descansar lo suficiente durante las noches. El mes de marzo cerró con la atención a 12 pacientes y, de a poco, se está formando una pequeña lista de esperas de personas que quieren acceder a consultas en el sistema público.
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En la misma línea que el médico paraguayo, el científico Matthew Walker aboga por “el derecho a toda una noche de descanso” y afirma que solo esto permitirá gozar de toda la vitalidad que nos otorga la biología humana. “Entonces podremos recordar lo que se siente al estar realmente despiertos durante el día, rebosantes de la más profunda plenitud del ser”, escribe.
Si, como Isabel, cree que tiene un trastorno respiratorio del sueño, puede acercarse hasta la Cátedra de Neumología, en el segundo piso del bloque de internados del Hospital de Clínicas. Las citas se solicitan por agendamiento, de lunes a viernes de 07:00 a 13:00. Quizás pasar una noche en este hospital puede cambiarle el sueño y la vida.