“Tras examinar el actual estado de segmento ruso de la EEI, el Consejo de Constructores indicó que en vista del envejecimiento de una parte significativamente de los equipos de la estación la explotación del segmento ruso de la EEI más allá de 2024 crea riegos adicionales”, señaló Roscosmos en un comunicado.
Tras este estudio y a fin de continuar las investigaciones en el espacio circunterrestre, los especialistas de Roscosmos propusieron construir una estación nacional pilotada en una órbita baja (ROSS, por sus siglas en ruso).
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Según la agencia espacial rusa, la creación de la ROSS con el empleo de nuevas tecnologías será un “paso evolutivo” hacia programas para el estudio de la Luna, vuelos a Marte y para la ejecución de experimentos científicos y técnicos innovadores en el espacio.
El Consejo Técnico y Científico (CTC) de Roscosmos recomendó incluir los trabajos para la construcción de la ROSS, como parte de la EEI y como estación autónoma, en el Programa Espacial Federal de 2025.
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Además, el CTC encargó a la corporación Energuia, fabricante de cohetes y naves espaciales, efectuar una evaluación adicional del segmento ruso de la EEI a fin de adoptar las medidas necesarias para garantizar su seguridad y funcionamiento.
Según Roscosmos, la explotación de la EEI, un proyecto de más de USD 150.000 millones en el que participan 14 naciones, se planea concluir en 2028.
La plataforma está integrada por 14 módulos permanentes y orbita a una velocidad de más de 27.000 kilómetros por hora a una distancia de 400 kilómetros de la Tierra.
Actualmente, la tripulación de la EEI la componen los rusos Piotr Dubrov y Oleg Noviski, los estadounidenses Shane Kimbrough, Megan McArthur y Mark Vande Hei, el francés Thomas Pesquet y el japonés Akihito Hoshide.