Luego de anunciarse la salida de Marc Ostfield del cargo de embajador antes de tener un reemplazo, como gesto político al Gobierno, Rubio manifestó que se abre un nuevo capítulo en la relación con Paraguay.
“Fue un placer reunirme nuevamente con el presidente de Paraguay, Santiago Peña, durante su visita a Washington, D.C. Valoramos la relación entre Estados Unidos y Paraguay, y como secretario de Estado espero trabajar juntos en este nuevo capítulo de nuestra relación”, publicó en redes sociales el secretario de Estado.
El cambio de embajador fue un primer gesto, pero no tiene gran importancia en los intereses bilaterales, ya que Peña apunta sus esfuerzos a objetivos más grandes y por ese motivo alinea su política de gobierno a la agenda de Estados Unidos, como su reconocimiento a Taiwán y su apoyo a Israel, a contracorriente del mundo.
En ese sentido, el presidente espera mayores señales, como el aumento a las inversiones, la apertura de nuevos mercados en territorio americano, aumento del mercado de la carne, mayor cooperación, un nuevo convenio con la DEA y la anulación de las sanciones contra Horacio Cartes.
Siendo senador, el republicano ya había hecho una apreciación contraria a la gestión de Ostfield como un guiño al Gobierno de Peña. En una entrevista que dio en marzo del 2024 sostuvo que Joe Biden otorgaba mucho poder a funcionarios de menor rango que los altos cargos del Departamento de Estado, incluso en las embajadas, que se han puesto a juzgar decisiones internas de los países, con lo que marcaban una distancia, pese a la intención de esos gobiernos de acercarse a Estados Unidos.
Sin embargo, la referencia fue a las posturas culturales, no a las sanciones.