Sin ninguna intervención, el comité de 21 miembros aprobó rápidamente la inscripción de este sitio, que se suma a los tres lugares que Palestina ya tiene en el listado de la agencia de la ONU, como la Iglesia de la Natividad y la ruta de peregrinación, en Belén.
Tras la aprobación, la delegación palestina señaló que esta es la primera vez que presentan una candidatura realizada únicamente por personal local y agradeció “la inmediata inscripción”, gracias a la “singularidad” de este bien, entre otros elementos.
La Unesco, que afirma que este sitio se ubica en el valle del Jordán, describe la propiedad como un montículo de forma ovalada que contiene los depósitos prehistóricos de la actividad humana, e incluye el manantial perenne adyacente de Ain es-Sultán.
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Entre el 9º y el 8º milenio a. C. ya había surgido en este asentamiento un asentamiento permanente, debido a la fértil tierra del oasis y al fácil acceso al agua. Los cráneos y estatuas hallados en el yacimiento atestiguan prácticas culturales entre las poblaciones neolíticas que vivían allí, y el material arqueológico de la Edad del Bronce temprana muestra indicios de planificación urbana.
Los vestigios de la Edad del Bronce Medio revelan la presencia de una gran ciudad-estado cananea ocupada por una población socialmente compleja.
El comité de la Unesco continúa hoy por segundo día con el examen de las cincuenta candidaturas para este año para inscribirlas o no como patrimonio de la humanidad.
Fuente: EFE.