“Tras el sonado fracaso en Afganistán, Estados Unidos se involucra cada vez más en un nuevo conflicto”, dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajarova, en un comunicado.
En este sentido, aseguró que Washington no solo apoya con dinero al “régimen neonazi” de Kiev, sino que también incrementa su presencia sobre el terreno, sin dar más detalles.
“Esta es una política peligrosa y miope que pone a Estados Unidos y Rusia al borde de una confrontación directa”, advirtió.
Zajarova dijo que Moscú pide a la administración de Biden “evaluar con seriedad” la situación y no tensar más la “peligrosa espiral de escalada”.
“Esperamos que Washington nos escuche, aunque por el momento no hay motivos para el optimismo”, dijo.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que Moscú no va a absorber a Bielorrusia, durante una visita a Minsk para reunirse con su homólogo Alexander Lukashenko, un importante aliado con el que abogó por reforzar sus vínculos militares. “Rusia no tiene interés en absorber a nadie. Sencillamente, no tiene sentido”, declaró Putin en una rueda de prensa con Lukashenko, en Minsk. EFE-AFP