“Un potente ataque en el área de Azovstal se está llevando a cabo actualmente, con apoyo de blindados y tanques”, indicó Sviatoslav Palamar, subcomandante del batallón Azov, que defiende las instalaciones, en un mensaje video en Telegram.
Previamente, el Ministerio ruso de Defensa, citado por agencias rusas, había anunciado que “unidades del ejército ruso y de la República Popular de Donetsk, utilizando artillería y aviones, comenzaron a destruir” las “posiciones de tiro” de los combatientes ucranianos que salieron de la planta.
La República Popular de Donetsk es uno de los dos enclaves separatistas prorrusos de la región ucraniana del Donbás. Según el portavoz de las fuerzas armadas rusas, el batallón Azov “usó" el alto el fuego –que se había decretado para evacuar a los civiles de la acería– para “tomar posiciones de tiro en el territorio y en los edificios de la fábrica”.
El alto el fuego, anunciado el lunes, permitió evacuar, con el respaldo de la ONU y la Cruz Roja, a “101 civiles” del complejo metalúrgico, indicó Osnat Lubrani, coordinadora humanitaria de Naciones Unidas para Ucrania.
PAPA QUIERE IR A MOSCÚ. El papa Francisco aseguró que está dispuesto a viajar a Moscú y reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, para tratar de detener la guerra en Ucrania, que comparó con la de Ruanda, en África. “Tengo que ir a Moscú primero, tengo que encontrarme con Putin primero”, dijo el papa al diario Il Corriere della Sera.
"¿Cómo es posible que no se detenga esta brutalidad? Hace veinticinco años, con Ruanda, vivimos la misma experiencia”, agregó el Papa, al referirse al genocidio de Ruanda, en 1994. AFP