“Estamos dispuestos a abordar las garantías de seguridad para el país que ahora se llama Ucrania”, dijo Lavrov en una rueda de prensa. Aseguró que “parte de ese país”, y mencionó a los territorios anexionados de Crimea, Donbás y las regiones de Jersón y Zaporiyia, ya han tomado una decisión, en alusión a los referendos de 2022.
Lavrov subrayó que primero de todo habrá que “liquidar” las amenazas para la seguridad de la Federación Rusa en el flanco occidental, en alusión a la expansión de la OTAN.
A su vez, subrayó que hay que determinar el lugar de Moscú en el futuro sistema de seguridad europeo, una vez que las potencias occidentales han utilizado estos años a Ucrania como instrumento “para debilitar a Rusia”.
“Pero el contexto euroasiático será el dominante” en esas negociaciones, ya que la parte occidental del continente europeo no puede ignorar a “gigantes como China, India y Rusia”, resaltó.
Y también llamó a la OTAN a renunciar a la tentación de interferir en los asuntos de regiones, como es el caso de Asia-Pacífico y, concretamente, del estrecho de Taiwán y la península Coreana y el Cáucaso, que están lejos de su tradicional zona de influencia.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, exige garantías de seguridad a Estados Unidos y la OTAN antes de sentarse en la mesa de negociaciones con Rusia.
Rusia pone como principal condición para el arreglo que Kiev renuncie definitivamente a su aspiración a ingresar en la Alianza Atlántica. EFE