Teniendo en cuenta solo el undécimo mes del año, los rusos importaron apenas 36% de las 3.700 toneladas de carne que habían llevado en el mismo periodo del 2021, según se puede comparar en los informes del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa). Aunque sigue siendo el segundo mercado de Paraguay, esta situación es uno de los temas principales que abordan los gremios del sector pecuario.
En la reunión de la Mesa Técnica de Alto Nivel de la Carne, el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli, advirtió que Rusia tuvo en el último mes apenas un 5% de participación en los envíos de cortes al exterior en un contexto en que además solo una industria está habilitada para operar en ese destino. Se refirió a la multinacional Minerva, que cuenta con cuatro plantas distribuidas en Asunción, San Antonio y Belén.
Las demás empresas fueron suspendidas masivamente en el 2019, a excepción de la multinacional paraguaya, Concepción, cuyas tres unidades fueron sancionadas desde setiembre de este 2022.
En todos los casos el Servicio Federal de Supervisión Veterinaria y Fitosanitaria de Rusia argumentó problemas de residuos, pero varios productores lo interpretan como un pretexto para avanzar hacia un autoabastecimiento de proteína animal. En ese sentido, las cooperativas menonitas ya desistieron de reingresar a este mercado y prefieren apostar a otros destinos con menos incertidumbres.
En cuanto a las exportaciones acumuladas, muestran un envío de 59.658 toneladas a los clientes rusos, lo que significa una merma de casi 20% con relación al mismo periodo del año pasado.
Mercados. El gremio ganadero también insistió en la necesidad de crear el Instituto Paraguayo de la Carne para implementar una política más agresiva para la apertura de mercados, teniendo en cuenta que la carne paraguaya aún está fuera de China, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, pero con buenas expectativas respecto al último país. Al respecto, el sector espera la habilitación en mayo con una expectativa de exportaciones de 10.000 toneladas en los primeros 12 meses y alcanzar posteriormente el envío de 20.000 toneladas al año.
De todas maneras, para el Senacsa es positivo el dinamismo que se mantuvo en el año a pesar de los conflictos de Rusia y la inestabilidad de China con sus fluctuaciones en la demanda de carne y que repercute indirectamente a la industria paraguaya.