En 10 meses se colgó nada menos que 11 medallas. La paraguaya Sabrina María Concepción Fiore Canata Morínigo, desde que comenzó a jugar en el hándbol brasileño, ha conocido el éxito y la consagración, a sus escasos 15 años.
GOLEADORA. Su mayor logro fue en las Olimpiadas Escolares, en donde su colegio (Castro Alves) salió campeón y ella convirtió 14 goles en 5 partidos. Desde que comenzó a jugar con la Selección Paraguaya de hándbol, en los Juegos Escolares Sudamericanos, se ha destacado, siendo medalla de plata en Montevideo, en el año 2008; medalla de plata en Ecuador, en el 2009, e igual en el 2010, en Lima.
Ya desde el 2009 fue tentada para jugar en Brasil y jugar el Mundial Escolar. Pero Sabrina no quería nacionalizarse para jugar el Mundial.
ADAPTACIÓN. “Al inicio me costó, porque no conocía nada del idioma y además soy muy tímida; pero luego me fui acostumbrando. Me pusieron un profesor y eso aumentó mi adaptación al idioma”, recordó. En el Colegio Castro Alves tiene todo para una buena práctica. Unas 4 a 5 horas de entrenamiento diarios y algunos días específicos que lo fueron moldeando cada vez más en su juego, hasta hacerla una jugadora múltiple: “Juego en todos los puestos, menos en el arco, pero más lo hago de lateral por derecha”, expresó, con sencillez.
A EUROPA. Para Sabrina, Brasil es un trampolín a su deseo de emigrar con el tiempo a Europa, en donde está lo mejor del hándbol del mundo: “Quiero jugar en Europa, ese es mi mayor deseo. Ahora espero seguir creciendo en mi juego, jugar en algún club brasileño y después ir a jugar a un club grande de Europa”.
Sabrina se acoplará a su club para la pretemporada, con miras al Mundial Escolar de hándbol de Croacia.