El religioso explicó que, por el momento, no se cuenta con mayores novedades de la mediación, pero que siguen con el intento de establecer algún canal de comunicación para lograr la ansiada liberación de Óscar Denis, Félix Urbieta y Edelio Morínigo.
Una de las complicaciones que se presentan es la llegada con los familiares de los autodenominados guerrilleros. “Estamos incursionando con los pobladores y parientes, algunos nos reciben, otros no nos quieren hablar. Nosotros no culpamos a nadie, solo queremos que nos den alguna pista. Realmente cuesta mucho, no tenemos asegurado el éxito, pero estamos intentando”, agregó.
El sacerdote –quien es conocido como pa’i Pablito– cumple su misión pastoral actualmente en la localidad de Asotey, Departamento de Concepción, considerada zona de influencia del grupo armado.
En su recorrido por la zona, para las celebraciones religiosas, exhorta a la población para que vuelva la paz en la zona.
“Acá no es solo el EPP, sino también están los narcotraficantes. Está la gente que se dedica al secuestro exprés; ya hay muchos jóvenes que trabajan en cultivos de marihuana. Es importante que vuelva la paz en el Norte”, señaló.
NO HAY COMPETENCIA. Según explicó Cáceres, estas conversaciones que se están iniciando, buscan aportar un grano de arena y que se tomen recaudos para no entorpecer las investigaciones realizadas por la Justicia. “No estamos haciendo ninguna pulseada y nosotros no vamos a mentir ni ocultar nada. Estamos llevando adelante nuestra obligación pastoral como Iglesia de preocuparnos por la ciudadanía”, aseguró.
La mediación de la Iglesia Católica fue peticionada por los familiares del ex vicepresidente Óscar Denis, que está en manos del grupo armado desde el pasado 9 de octubre.
El hombre fue llevado de la estancia Tranquerita, ubicada en Bella Vista Norte.
Las autoridades tampoco tienen mayores informaciones del suboficial Edelio Morínigo, que ya lleva 2.370 días de cautiverio.
El ganadero Félix Urbieta, secuestrado por el Ejército Mariscal López, una célula del EPP, ya lleva 1.539 días apartado de sus seres queridos que claman por su liberación.
Visita a Carmen Villalba
Pa’i Pablito también se refirió al encuentro que tuvo con Carmen Villalba, una de las líderes del grupo armado que opera en el Norte, que lo recibió en el Buen Pastor.
El cura resaltó que tuvieron una conversación amena en donde ambos escucharon sus posturas con educación.
Sostuvo que Villalba manifestó que no tenía posibilidad de mediar para que los del EPP proporcionen una prueba de vida de los secuestrados.
Sin embargo, manifestó que la mujer agradeció la visita y le manifestó que está abierta al diálogo.
“Me dijo que podemos volver a visitarla y lo vamos a hacer; eso abre una luz de esperanza. El diálogo siempre es bueno”, resaltó el religioso agregando que una de las misiones que tiene como prelado es la visita a los encarcelados.
El párroco de la localidad de Azotey afirma que las conversaciones se van a seguir dando no solo con Carmen, sino con otras personas que son familiares de los considerados miembros del grupo armado.
“Muchos de sus parientes no están de acuerdo con lo que ellos hacen y también están sufriendo”, destacó el religioso.