La Sociedad Objeto Específico (SOE), Rutas del Este, integrada por la española Sacyr (60%), la portuguesa Mota Engil (20%) y la paraguaya Ocho A (20%), sigue teniendo complicaciones para conseguir el crédito internacional de USD 500 millones que debe financiar la duplicación de las rutas 2 y 7, proyecto que se lleva adelante bajo la Ley de Alianza Público-Privada (APP).
Samuel García Cruz, gerente de Explotación de Autopistas de la firma Sacyr, fue abordado sobre el tema en el Congreso de Vialidad y Tránsito que concluyó el vienes último, en Ciudad del Este, donde admitió que, por lo pronto, no saben cuándo conseguirán la financiación.
El profesional se mostró muy inseguro durante su ponencia, donde brindó los detalles del plan que ejecutan en el país. “Es una pregunta bastante compleja, que depende de muchísimas variables”, expresó cuando se le consultó cuando tendrían el anhelado préstamo, para costear la ampliación de ambas carreteras desde Ypacaraí hasta Pastoreo (km 183).
Continuó: “La financiación depende de varios hitos contractuales como son expropiaciones, con los bancos mismos que tienen que tener una seguridad jurídica al respecto. Entonces, en ese sentido, todavía estamos pendientes de definir una serie de plazos contractuales. No podría responder esa pregunta al día de hoy”.
Plazo vence este mes. Justamente, este mes vence el plazo para que la contratista logre la financiación, y al no poder concretarlo, otra vez está negociando con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) una adenda de prórroga, cuyo avance se desconoce.
Es importante señalar que el consorcio presentó cartas de financiamiento de cinco bancos, de los cuales tres son internacionales y dos locales. Se trata de los estadounidenses JP Morgan y Goldman Sachs; la Cooperación Interamericana de Inversiones –que es la banca privada del BID–, y los bancos locales Continental y Regional. Aunque se presentaron las cartas de interés, aún no es seguro que puedan llegar a financiar la duplicación.
En el contrato que firmó el MOPC con Rutas del Este se dejó en claro que el grupo puede llegar a incurrir en una imposibilidad de lograr el cierre financiero; es decir, no obtener el préstamo para la construcción de la infraestructura vial, con lo cual habrá una rescisión del contrato.
Si esto ocurre, el consorcio obligará al Estado a pagar por las obras que ya se hayan hecho antes de la rescisión, concretamente hasta un monto de USD 52 millones, específicamente, por el recapado del tramo cero, el proyecto constructivo, estudios de impacto ambiental, entre otros ítems.
Recordemos que, en su momento, la contratista se comprometió a terminar también este mes las obras del tramo cero, que según los pobladores de la zona avanza con mucha lentitud y complica el tránsito. Este trayecto se inicia desde el km 13 de las ruta 2 hasta el km 34, y del km 39 al km 40,5, en total unos 22,5 km.
Empero, las obras de la duplicación propiamente debían iniciar en el primer semestre de este año, pero se sigue postergando por la falta de financiación. Principalmente, culpan al retraso de las expropiaciones.