Debido a esta situación de calvario que viven durante cinco horas en cada sesión de diálisis, los pacientes renales hicieron ayer una protesta simbólica frente al Hospital Central. Cristina Machaín, de la comisión directiva de la Asociación Nacional de Asegurados del IPS (Anaips), recibió las denuncias y es la vocera de los enfermos renales que no se quieren exponer por temor a las represalias.
“Las denuncias son camas corroídas, camas llenas de óxido, camas que no tienen articulaciones y que le ponen bidones para levantar el cuerpo. Hay dos tipos de colchones, unos tan finos que ellos sienten los hierros de la base. Ellos tienen que estar ahí cinco horas. Y que los otros colchones son tan duros que les duele todo el cuerpo”, denunció Machaín. Tampoco tienen sábanas para las camillas. “Ponen un pedazo de trapo como sábana. No se higienizan las camas cuando se van a acostar”.
Otra denuncia es que hay un solo baño para hombres y mujeres y el lavatorio no funciona. “Las enfermeras tienen que acarrear agua con baldes para que ellos se puedan lavar las manos”. También los pacientes pasan penurias antes de cada sesión porque tienen que esperar su turno en un pasillo oscuro, sin ventilador, sin aire acondicionado, con una parte del cielo raso caído. “También hay un caño que está roto y que despide un olor nauseabundo que toma todo el lugar”.
La representante de la Asociación de Asegurados entregó una nota al doctor Marcos Martínez, jefe de Servicio y Apoyo del Hospital Central, con 15 reclamos sobre el servicio, cuyas denuncias recién serán atendidas el próximo jueves 31 de octubre en una reunión.
Los enfermos renales que son dializados tres veces a la semana, sufren por las pésimas condiciones mobiliarias y edilicias. A esta situación se suma la escasez de medicamentos e insumos. “Tienen que comprar gasas, guantes, muchas veces jeringas”. Para Machaín las refacciones deberían hacerse desde el Departamento de Mantenimiento y exigió la destitución del responsable. Piden mejores condiciones.
La doctora Marlene Romero, jefa del Servicio de Nefrología, no respondió los mensajes enviados por ÚH a su número personal, proveído por el doctor Marcos Martínez, director de Apoyo y servicios.