A partir de la incautación de documentos por parte de la Fiscalía en el Municipio de Ñemby, se conoce con más detalle el carácter discrecional del manejo del Municipio manejado por décadas por el clan Lanzoni.
Varios documentos clasificados exhibidos por la Contraloría Ciudadana muestran contratos ligados a una empresa que supuestamente está dentro del portafolio del Clan. La empresa denominada El Dorado “diseño, arquitectura, cartelería”, fija su dirección en Acceso Sur y 29 de Setiembre, y figura como propietaria Cynthia Rodas, pareja del jefe de Obras del Municipio, Matías Fuentes Lanzoni, quien es primo de Lucas Lanzoni.
El dato que refuerza el vínculo familiar es que en la esquina donde funciona El Dorado hay un almacén y un depósito de materiales 29 de Setiembre, una añosa edificación donde según los vecinos viven los padres del senador Blas Lanzoni.
Es más, para atestiguar dicha aseveración, los denunciantes, uno de ellos Ariel Jiménez del sector civil que apoya la intervención comunal, arrimaron las pruebas donde Águeda Achinelli de Lanzoni, hoy concejala municipal, está sentada en el patio del local. Tratamos de interrogar al intendente para conocer su versión acerca de esta triangulación de que la empresa que contrata el Municipio es de su prima política y además está en predio su abuela, pero no contestó.
Por si fuera poco, de las obras contratadas por la Municipalidad con esta empresa no todas están terminadas, según las denuncias.
Las facturas de la firma según se detallan fueron de G. 25 millones; G. 41 millones, G. 55 y G. 56 millones. Algunas para obras en subcomisarías, otras para construcción de oratorios. Existen además numerosas denuncias respecto a esta pareja.
Muchos vecinos del barrio San Carlos de esta ciudad no se explican que pese a que el jefe de obras gana entre G. 4 a G. 5 millones, esté construyendo un dúplex de lujo cuando apenas vivía en alquiler. Otro de los cuestionamientos que se hacen a esta administración es por el desembolso de dinero a comisiones vecinales que se debía destinar en obras. Aparentemente había una red de funcionarios serviles que cobraban los cheques sin participación de los presidentes de comisión, por ende, las obras no se hacían. Solo en 2019, G. 3100 millones fue el dinero transferido a 70 comisiones, la mayoría con denuncia de irregularidades.