Saltos del Guairá, conocida por los desaparecidos Saltos de las 7 Caídas, que se quedaron bajo agua tras construirse la represa de la Itaipú Binacional, da a conocer sus importantes sitios turísticos como el Refugio Biológico de Mbaracayú, el Rincón del Arpa, el Monumento a las 7 Caídas, la iglesia San Miguel Arcángel, el puerto La Balsa, la imponente costanera de Saltos del Guairá y los destacados centros comerciales, a los cuales llega gente del vecino país Brasil para realizar sus compras.
La Senatur presentó este destino como turístico para conocer más sobre la maravilla de la naturaleza que fueron los saltos 7 Caídas. En la zona, por ser un lugar fronterizo, se utiliza mucho el portugués y la moneda del vecino país, además del dólar americano.
Con este lugar se pretende mostrar a propios y ajenos la imponente naturaleza que se aprecia en la playa a través de un recorrido por la avenida Costanera de Saltos del Guairá, que cuenta con más de 3 kilómetros de pista asfáltica con 4 carriles iluminados. Ahí se encuentran camineros, bicisenda, un amplio estacionamiento, área de deportes acuáticos, un parque para niños y un espacio para la gastronomía.
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La costanera de Saltos del Guairá es considerada como una de las más grandes del país, por abarcar 30 hectáreas, además de contar con su área boscosa, que fue conservada y equipada con camineros para que los visitantes puedan vivir una sensación única de contacto con la naturaleza, mientras los inofensivos animalitos del boque se cruzan por debajo.
Un refugio natural
Por otra parte, el atractivo natural que ofrece el Refugio Biológico de Mbaracayú de Itaipú propone una experiencia dentro del área protegida, que cuenta con 1.436 hectáreas de bosques bordeados por el embalse de la Central Hidroeléctrica. Esto abarca parte del territorio del Saltos del Guairá, Canindeyú y del municipio brasileño de Mundo Novo, del Estado de Mato Grosso do Sul.
Asimismo, cuenta con una floresta representada por plantas vasculares y no vasculares de 88 familias, 276 géneros y 355 especies. Las no vasculares incluyen musgos, antoceros y hepáticas que vuelven a encontrar poco a poco el ambiente apropiado. Toda su extensión está cubierta por vegetación nativa.
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Al ingresar, los turistas realizan un destacado circuito guiado por el sendero La Esperanza, el cual cuenta con 970 metros lineales y estaciones interpretativas. También está habilitado el Centro Interpretativo, un espacio habilitado exclusivamente para brindar información acerca de la fauna y flora del lugar y de la región, los procesos de restauración ecológica y la historia en sí del refugio.
El recorrido dura unos 45 minutos y es guiado por ingenieros ambientales. Luego, al culminar, se regresa hasta la salida en un trencito que te adentra a un paseo en medio del bosque.
Al terminar la travesía por el sendero, se halla un espacio de esculturas de hierro. La obra más nueva es la del Ciervo de los Pantanos, que fue hecha por el artista Raúl Ortigoza, oriundo de Ypacaraí. “Me entregaron 3 toneladas de chatarra. Encontré todo tipo de artefactos de hierro con los que me fui ingeniando para que saliera la obra”, expresó.
En el lugar también se encuentran otras esculturas como el armadillo (tatú), una víbora y un gua’a (loro).
Igualmente, desde el muelle se contempla el horizonte natural del embalse y su fauna acuática. También está habilitado el Mirador de Aves, el cual está preparado para esta actividad con todas las comodidades necesarias.
El Refugio Biológico de Mbaracayú está abierto de miércoles a domingo, de 8:30 a 16:00, y se solicita previa reserva para visitarlo. Cada una hora se efectúa el tour guiado por los senderos y los interesados pueden llamar al (061) 599 8040 / 8094 o escribir al correo cturistico@itaipu.gov.py para registrar su visita.
Los desaparecidos saltos
En 1973, se firmó un acuerdo entre Paraguay y Brasil para construir una represa hidroeléctrica que, lastimosamente, condenó a los saltos 7 Caídas a desaparecer bajo el agua.
De las cataratas de Saltos de Guairá, hoy inundadas y consideradas en su época las más hermosas del mundo, solo queda el recuerdo con un monumento ubicado en la plaza del centro.
“Un paraíso perdido bajo el agua”, es lo que dicen los pobladores cuando comentan que extrañan el rugido del agua que se escuchaba a kilómetros, ya que en esos años no había mucho ruido; la intensidad era mayor dependiendo del caudal del río. Para la gente que no era de la zona incluso los asustaba.
Fue en el año 1982 que los 7 saltos se escondieron lentamente en un proceso que llevó casi 10 días para que desaparecieran. La gente lloraba la pérdida del patrimonio a cielo abierto que fueron los Saltos del Guairá.
El monumento a los saltos 7 Caídas, que se encuentra en la plaza de la rotonda, es en tributo a las 7 caídas de agua que había en el río Paraná, consideradas una maravilla de la naturaleza. Expertos coinciden en que su desaparición es el mayor ecocidio de la historia.
Era la mayor cascada de agua que emergía del río Paraná, con 18 caídas cuyo volumen de agua transportada doblaba a las cataratas del Niágara, según investigadores. Esto desapareció tras la construcción de la represa con Brasil.
Hoy solo queda el recuerdo, en fotografías grandes que se exhiben como un monumento.
En la misma plaza se halla una escultura en forma de arpa en homenaje al arpista y compositor don Albino Quiñónez Cubilla, embajador del arpa paraguaya, quién falleció el 30 de agosto de 2018.
Asimismo, el nieto de don Albino, el joven Marcelo Ojeda, lleva la misma pasión musical por el instrumento de cuerdas que su abuelo y habilitó en su honor el Rincón del Arpa.
El sitio cuenta con materiales referentes al arpa, algunos instrumentos que le fueron donados a Marcelo Ojeda y otros que son de su pertenencia, entre los que se encuentran casetes con grabaciones de arpa, publicaciones de periódicos, cuadros, entre otros objetos.
La ministra de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), durante la visita anunció al propietario del Rincón del Arpa, el arpista Marcelo Ojeda, que el sitio será declarado de interés turístico.
San Miguel, el santo patrono
Los saltoguaireños celebrarán a su santo patrono, San Miguel Arcángel, el 29 de setiembre, según comentó el sacerdote de la iglesia, Pascual Semaun, oriundo de Indonesia. Ahí, en el predio de la parroquia está un santuario a la virgen de Caacupé, que narra en un mural pintado la historia del Indio José.
La iglesia cuenta con grandes vitrales de colores vivos en tonos azul, naranja y amarillo, mientras que en el techo, por dentro, se aprecia una cruz gigante.
Otro punto importante que mueve la entrada y salida del país es puerto La Balsa, donde una gran balsa realiza traslados desde Saltos del Guairá (Paraguay) hasta Guaíra (Brasil). En la barcaza se trasladan entre 14 a 16 camiones que llevan productos como soja, maíz, entre otros.
Este astillero une a dos ciudades, algo de gran importancia teniendo en cuenta los productos que salen de Paraguay y cruzan al Brasil a través de esta balsa.
Turismo de compras
La principal actividad económica es el turismo de compras, por su ubicación en la frontera con Brasil. La costanera está sobre el río Paraná y cuenta con un mirador, al cual se llega atravesando un bosquecito ideal para disfrutar de la naturaleza caminando y descansando a orillas del agua, que queda a muy pocos metros de la zona céntrica donde están los centros comerciales.
Toda la parte céntrica se llena de turistas desde bien temprano, donde acuden los extranjeros que aprovechan para pasar unos días disfrutando de los hoteles y casinos de la zona. También se aprecian edificios de alto nivel arquitectónico.